Ah, los cables. Invivibles, pero insustituibles. Convivimos con ellos y aunque hemos logrado esquivarlos en ciertos escenarios, siguen siendo fundamentales para una de las tareas que la tecnología ha convertido en cotidiana: cargar nuestros dispositivos.
Eso podría cambiar, porque empresas como Ambient Photonics y Exeger llevan tiempo trabajando en una forma de cargar nuestros dispositivos de forma inalámbrica y totalmente directa, sin las tradicionales bases de carga. El secreto está en un nuevo tipo de células solares: uno que imita la fotosíntesis de las plantas.
A diferencia de los paneles solares tradicionales, que hacen uso de cristales de silicio, esta tecnología se basa en investigaciones que se iniciaron de forma teórica en la década de 1960 y que luego tuvo planteamientos prácticos en la de 1980. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que hemos visto una implementación prometedora.
El CES de Las Vegas ha sido hace unos días escenario de los avances en este tipo de tecnología. Las empresas que han demostrado sus prestaciones han acoplado células solares delgadas y flexibles a dispositivos como auriculares, cajas de auriculares, walkie-talkies, teclados, ratones y mandos a distancia de televisiones.
Probablemente recordéis las calculadoras con células solares: eran una aplicación práctica destacable de esta idea, pero no se comportaban muy bien con luz interior. La cantidad de energía que recolectaban era muy baja respecto a la que podían recibir, y su eficiencia era por tanto reducida.
Sin embargo estas nuevas células solares «sensibilizadas por colorantes» funcionan de forma similar a como lo hacen las plantas. Eso permite que puedan usar la luz que incide sobre ellas casi desde cualquier ángulo, y su eficiencia de conversión puede llegar al 38%, una cifra notable para una tecnología de este tipo. Eso supone 10 veces más de la eficiencia que se lograba con las celdas de aquellas calculadoras.
Entre los primeros productos que comienzan a usar este tipo de opción están los auriculares Urbanista Phoenix, que fueron presentados hace unos meses y se comenzarán a vender este año a 99 euros.
Estos auriculares TWS cuentan con un estuche de carga que precisamente hace uso de esas nuevas células solares «Powerfoyle» para recargarse a través de la luz que recibe tanto en exteriores como en interiores. Esa misma tecnología ha sido ahora utilizada en sus auriculares supraaurales Urbanista Los Angeles, que están recubierso de ese material en la diadema.
Otro fabricante, Universal Electronics, presentó hace un año su mando a distancia Eterna. Ese mando también cuenta con células solares de este nuevo tipo, esta vez fabricadas por Ambient Photonics. Esta empresa ha anunciado un acuerdo con Google para desarrollar un nuevo dispositivo que aprovechará esta tecnología de carga, aunque no hay datos de qué tipo de producto será.
Sharp presentó también una aplicación práctica de la idea con sus dispositivos fotovoltaicos LC-LH (Liquid and Crystal Light Harvesting), que llevan ya tiempo en desarrollo y que en su caso concreto dedicaron a un mando a distancia que se suma a lo que ya se vio en el CES de 2023: pequeños paneles que mostraban el precio de los productos en un supermercado.
Esta tecnología, eso sí, es adecuada en dispositivos con consumos energéticos bajos, pero lamentablemente no se puede utilizar en nuestros teléfonos móviles: los consumos energéticos de los smartphones harían necesario un panel solar del tamaño de una mesa.
Sin embargo, sí resultan muy adecuados para potenciales teclados y ratones que sí permitirían recolectar energía de este modo. Hay también otros dispositivos como cerraduras electrónicas que podrían alimentarse de este modo. Las aplicaciones al segmento de los dispositivos IoT es prometedora, y habrá que seguir de cerca esta tecnología porque plantea una interesante alternativa para librarnos (un poco) de los cables.
Javier Pastor