Los fiscales argumentaron que Owen, quien ya enfrentaba problemas financieros y tenía una nueva relación, no deseaba asumir la responsabilidad económica del nuevo bebé, así que mató a su ex esposa.
Michael Owen, un hombre de 30 años residente en Nueva York, fue condenado el jueves pasado a cumplir una sentencia de 25 años a cadena perpetua por haber estrangulado hasta su muerte a su ex esposa, Kelly Owen, de 27 años, en julio de 2023, porque no quería pagar el seguro médico del nuevo bebé.
El juez de la Corte Suprema del condado de Nassau, Robert A. McDonald, dictó la sentencia tras el veredicto del jurado del condado de Nassau, que declaró a Owen culpable de asesinato en segundo grado.
La fiscal de distrito del condado, Anne T. Donnelly, destacó la brutalidad del crimen, indicando que Owen llegó a la casa de su ex esposa con la clara intención de acabar con su vida. Kelly, quien trabajaba como asistente del programa de cuidados posteriores en una escuela primaria local, estaba embarazada del hijo de Owen en el momento de su trágica muerte, según informó Law&Crime.
La historia de Michael y Kelly Owen está marcada por un pasado tumultuoso. Después de casarse en 2013, la pareja se separó en marzo de 2018, pero continuaron manteniendo una relación física durante un tiempo.
Sin embargo, según las autoridades, esta relación se volvió violenta cuando Michael Owen mostró signos de agresión.
La investigación reveló que Michael Owen tomó la decisión de asesinar a su esposa después de enterarse de su segundo embarazo.
No quería al bebé
Los fiscales argumentaron que Owen, quien ya enfrentaba problemas financieros y tenía una nueva relación, no deseaba asumir la responsabilidad económica del nuevo bebé.
“Él no quería a este niño”, dijo el detective de la policía de Nassau. dijo el teniente Stephen Fitzpatrick en un comunicado después de su arresto. “Él no quería darle seguro médico. Tenía esta nueva relación en la que estaba involucrado y estaba en una mala posición”.
La planificación meticulosa del crimen por parte de Owen fue evidente. Según las autoridades, estacionó su vehículo a dos cuadras de la casa de Kelly y apagó su teléfono para evitar ser rastreado mientras se dirigía a Farmingdale, donde ocurrió el trágico suceso.
Una autopsia determinó que había sido estrangulada con “un objeto parecido a una cuerda” y que se encontraba en las primeras etapas del embarazo. A pesar de sus precauciones, las autoridades lograron recuperar el ADN de Owen del área alrededor del cuello de la víctima.
La sentencia impuesta refleja la gravedad de los crímenes cometidos por Michael Owen, quien ahora enfrentará las consecuencias en un centro correccional estatal. Mientras tanto, la familia de Kelly Owen continúa lamentando la pérdida de la joven madre y el hijo que nunca llegó a nacer.
Con información de Law&Crime.