Por enésima vez desde la Gran Manzana, pero esta vez con un tono más retador, se exige a la Casa Blanca que diseñe una «acción nacional» para ayudar a cerrar el desangre financiero que causa el flujo de inmigrantes. Por su parte, los republicanos insisten en que la única salida es asegurar la frontera.
La espantosa crisis migratoria y humanitaria que sigue en plena ebullición en la Gran Manzana, puso este martes a líderes electos demócratas de Nueva York a hablar esta vez en un tono muy alto y desafiante a la Administración de Joe Biden. La solicitud es exactamente la misma desde hace 14 meses, cuando centenares de personas que buscan asilo, empezaron a ser enviadas en autobuses desde Texas: Se necesitan más fondos y una acción nacional para atender a una oleada humana que no se detiene.
La tendencia observada en este verano, es que más personas de más países y otros continentes siguen llegando en masa. Ya casi 58,000 están bajo el cuidado absoluto de la Ciudad. Más de 100,000 han arribado a la ciudad desde la primavera de 2022.
Esta vez el llamado, que se ha repetido semana a semana, en la medida que esta crisis sigue en franco ascenso, lo lideró el presidente del condado de Brooklyn, Antonio Reynoso quien respaldado por concejales, asambleístas, dirigentes comunitarios y el mismo alcalde Eric Adams, exigió frontalmente al gobierno federal que “de la cara” ante una crisis nacional, que en sus palabras, la Ciudad de Nueva York ha enfrentado en solitario.
“El presidente Biden nos ha ignorado por completo. Seamos claros, no han hecho nada para atender esta situación. Nosotros queremos ayudar a los inmigrantes. Pero no podemos ofrecer toda la asistencia económica. Tampoco podemos resolver los desafíos legales que implica que tengan permiso de empleo”, sentenció Reynoso.
El líder del condado de Brooklyn, quien se autodenomina del ala demócrata más progresista, asegura que inclusive los demócratas más conservadores e incluso “compañeros” republicanos están “en la misma página”.
El senador estatal Jabari Brisport, los asambleístas Robert Carroll y Lester Chang, y la concejal de Brooklyn, Alexa Avilés se unieron a esta petición.
Tres acciones
En síntesis, el grupo de líderes electos y activistas comunitarios exigen a la Casa Blanca tres acciones fundamentales: Más fondos para atender los refugios y proporcionar ayuda legal, asignación y extensión de nuevos beneficios como el Estatus de Protección Temporal (TPS) para comunidades recién llegadas de países de África, Venezuela y Guatemala. También la agilización de los permisos de trabajo.
“Debemos reconocer dos cosas en este momento. Primero que Washington nos ha ignorado. Y segundo, que esta crisis humanitaria, cada día mayor, la causó el partido republicano y sus gobernadores al mover a personas en autobuses, sin ninguna coordinación”, remarcó el defensor del Pueblo, Jumaane Williams.
Luego de una semana de mostrar las proyecciones exactas de cómo esta emergencia está desangrando las arcas municipales, el alcalde recordó que si no se cuenta con respaldo financiero de la Casa Blanca, en tres años habrán consumido $12,000 millones en proveer refugio, alimentos, servicios médicos a los recién llegados.
“!Esto es inaceptable! No es justo para los neoyorquinos. Esto significará recortes en servicios fundamentales. No es justo para la Ciudad que ha hecho más para atender esta crisis”, señaló el mandatario municipal, desde las escalinatas de la sede de la presidencia del condado de Brooklyn.
Se pudo conocer que la semana pasada un funcionario de la Administración Biden sostuvo una reunión con el alcalde Adams. Pero no se precisó cuáles fueron los efectos reales de ese encuentro.
Republicanos: ¡Cierren la frontera!
Mientras los líderes demócratas, exigen más fondos para dirigirlo a programas de asistencia para quienes siguen arribando en una proporción de 2,500 personas por semana, la minoría republicana en el Concejo Municipal y en la Asamblea Estatal, sigue interpretando y dejando claro, que la única vía de resolver esta crisis, es cerrando la frontera.
En esta dirección, Mike Tannousis, asambleísta de Staten Island y partes de Brooklyn aduce que el “gobierno federal nos ha fallado, al no proteger nuestra frontera. Y el gobierno local nos ha fallado al seguir abriendo refugios para migrantes en comunidades residenciales, sin supervisión”, en referencia a la intención de abrir un nuevo ‘shelter’ de emergencia en Island Shore en las cercanías de un asilo de ancianos.
Otras áreas de la Gran Manzana, como un ala del parque McCarren en Sunset Park, en Brooklyn, ha sido usado para establecer refugios de emergencia solo para hombres solteros. Este tipo de acciones han sido protestadas abiertamente por residentes, quienes temen que estén llevando a sus vecindarios a personas que podrían ser eventualmente peligrosas.
“Yo soy hispana. Soy inmigrante. Y sería injusto pensar que todas las personas que cruzan la frontera son criminales. Porque Nueva York se ha construido con miles de indocumentados. Pero en el pasado nadie llegó viviendo en refugios en parques y áreas públicas, que se suponen son espacios para las familias. Es un gran error”, comentó la residente de Brooklyn, Claudia Morillo, mientras escuchaba la alocución de los líderes demócratas.
Por su parte, Joe Borelli el líder republicano del Concejo, argumentó que “la ciudad no es el campo de refugiados del mundo”. Al tiempo que exhortó a evitar que los contribuyentes neoyorquinos “paguen por ellos” de manera perpetua.
“La Alcaldía no es una organización benéfica. Es una corporación municipal con un presupuesto equilibrado requerido para la calidad de vida de los neoyorquinos“, publicó en la red social X (antes twitter).
El dato:
- $383 por noche cuesta a las arcas municipales cada inmigrante en el sistema refugios, la Oficina Municipal de Presupuesto pronostica que esto implica un costo de casi $3,6 mil millones en el año fiscal actual.