Benjamín Netanyahu indicó que su gobierno en Israel y el Ejército aprenden delas lecciones, pero sin dejar de ceder su posición de mantener la operación militar implacable sobre la Franja de Gaza.
El Gobierno y el Ejército de Israel se responsabilizaron de la muerte por error de tres rehenes Gaza por disparos de soldados israelíes, en medio de una creciente presión de las familias de los secuestrados para una nueva tregua que permita liberarlos tras 71 días de guerra.
“El Estado de Israel lamenta la trágica muerte de tres de nuestros secuestrados”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una comparecencia después de que los familiares insistieran en una nueva tregua en la ofensiva militar israelí para traerlos a casa.
“Aprenderemos las lecciones”, asumió el jefe de Gobierno, pero sin ceder en su posición de mantener la operación militar implacable sobre la Franja palestina.
Netanyahu sigue firme
“Solo la continuación de la presión militar” sobre el grupo islamista Hamás “conducirá a la liberación de todos nuestros secuestrados”, aseveró, pese a las continuas voces desde la comunidad internacional, ante las enormes cifras diarias de víctimas.
Más de 18,800 muertos y de 51,000 heridos, la mayoría civiles, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
“La victoria llevará tiempo”, sentenció, pero “a pesar del enorme dolor, (…) a pesar de las presiones internacionales, seguimos hasta el final, nada nos detendrá hasta que logremos la victoria”.
Tanto el ministro de Defensa, Yoav Gallant, como el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el general Herzi Halevi, asumieron la responsabilidad de lo ocurrido el viernes, cuando fueron abatidos en Gaza los tres rehenes israelíes pese a que llevaban banderas blancas.
El Ejército aseguró haber completado una investigación preliminar de lo ocurrido, que trasladó a sus comandantes sobre el terreno para que no vuelva a ocurrir.
“Está prohibido disparar contra quienes izan una bandera blanca y piden rendirse”, añadió el alto mando militar, a la vez que reconoció, al igual que el ministro, la presión bajo la que actúan sus soldados.
Una presión en la que persisten los familiares de los 129 rehenes que siguen en Gaza, de los que alrededor de una veintena se dan por muertos.
En una nueva concentración en la “plaza de los rehenes” en Tel Aviv, donde cada día muestran las fotos de los que siguen cautivos, reclamaron al Gobierno un nuevo acuerdo que permita liberarlos.
“Solo una operación militar no salvará las vidas de los secuestrados”, advirtió Raz Ben Ami, que estuvo capturada por el grupo islamista en Gaza antes de ser liberada durante la tregua del pasado noviembre para el intercambio de rehenes por presos palestinos en Israel.
Raz Ben Ami, cuyo marido sigue entre los secuestrados, lamentó que habían advertido al Ejército israelí del riesgo de que los secuestrados murieran en la ofensiva militar que busca liberarlos y acabar con Hamás.
“Desgraciadamente teníamos razón”, declaró.
La tregua del pasado 24 de noviembre permitió durante una semana la liberación de 105 rehenes, 24 de ellos extranjeros, a cambio de la excarcelación de 240 presos palestinos.
Pero Hamás, que acusa a Israel de haber matado deliberadamente a los tres rehenes, reiteró que no negociará el intercambio de prisioneros a menos que cese “de una vez por todas la agresión” en el enclave palestino y así se lo comunicó a todos los mediadores.
Horas antes, Catar había confirmó “esfuerzos diplomáticos” para un nuevo acuerdo entre Israel y el grupo islamista para una tregua en la Franja que permita la liberación de más rehenes por presos palestinos.
71 días de guerra
El Ejército israelí atacó durante la noche varias escuelas en la ciudad de Gaza, en las que dice que se escondían milicianos de Hamás, en “redadas selectivas”.
El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo en Israel que hacia esas operaciones selectivas contra líderes de Hamás debe encaminarse una nueva fase de la guerra, para evitar tanto sufrimiento a los civiles.
Decenas de personas murieron o fueron heridas de madrugada como resultado de los continuos bombardeos israelíes sobre la mayor parte del territorio de la Franja de Gaza, según la agencia oficial palestina, Wafa.
Asimismo, cada día se repiten las imágenes de los horrores de la guerra y el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) reclamó una investigación internacional tras recibir información de que el Ejército de Israel “enterró vivas” a varias personas en Gaza en las inmediaciones del hospital Kamal Adwan, en el norte del enclave, y asediado por sus tropas desde hace más de diez días.
El Ejército aseguró haber “completado su actividad” en la zona del hospital Kamal Adwan, que había sido “utilizado por Hamás como centro de mando y control en Yabalia”, y donde fueron detenidos 80 “terroristas que participaron en el ataque del 7 de octubre”.
“Las tropas destruyeron la infraestructura terrorista y localizaron numerosas armas, incluidas AK-47, RPG, artefactos explosivos, equipo militar del cuerpo de élite Nukhba, equipo tecnológico y documentos de inteligencia de Hamás“, indicó un comunicado castrense.
Por EFE