La soledad en las personas mayores es una realidad cada vez más presente que despierta interés y atención en algunas ciudades del mundo. El aumento en la esperanza de vida, las nuevas dinámicas sociales, entre muchos otros factores, profundizan este fenómeno que intenta ser abordado por familias, gobiernos y organizaciones, aunque no todas las estrategias se parecen.
Hay programas de intervención, por ejemplo, que tienen como eje principal la presencia humana y favorecen la creación de redes comunitarias y el desarrollo de actividades sociales. Pero también hay otra clase de programas que, favorecidos por los avances en la inteligencia artificial (IA), ponen en primer plano a la tecnología. Nueva York viene desarrollando uno de estos.
Un robot de compañía para abordar la soledad
Los investigadores llevan años estudiando la soledad en las personas mayores con el objetivo de comprenderla mejor y aportar soluciones. En el mundo hiperconectado donde vivimos hay especialistas que creen que ChatGPT puede convertirse en un compañero virtual conveniente para muchas personas. ¿Y un sistema más avanzado?
Nueva York tiene unos robots de compañía llamados ElliQ que ya están presentes en más de 800 hogares. Los mismos han sido distribuidos por la Oficina para las Personas Mayores del Estado (NYSOFA, por sus siglas en inglés) y, en principio, los resultados del programa han convencido a los responsables del mismo de ir por el camino correcto.
«Los datos hablan por sí mismos, y las historias que estamos escuchando de los responsables de casos y clientes de todo el estado han sido nada menos que increíbles”, afirma el director de NYSOFA, quien se muestra ansioso porque el programa siga creciendo, según un comunicado de prensa. «Teníamos grandes esperanzas en la eficacia de ElliQ”, dice.
Pero, ¿qué tiene de novedoso este sistema para aparentemente estar ayudado en los casos de soledad de personas mayores? Veamos. El fabricante señala en su página web que ElliQ es un dispositivo diseñado después de años de investigación para ofrecer relaciones de largo plazo con los usuarios, proyectando empatía, compromiso y confianza.
Como podemos ver, el dispositivo consta de una pieza robótica similar a una pequeña lámpara que puede girar e iluminarse de diferentes formas. También cuenta con un altavoz, cámaras y una pantalla. El asistente, impulsado por algoritmos de IA, promete conversar con los adultos mayores, recordarles que deben tomar medicamentos o medir su tensión arterial rutinariamente.
Intuition Robotics, la firma detrás del dispositivo, dice que ElliQ tiene un comportamiento proactivo (puede iniciar una conversación preguntando, por ejemplo, cómo está el adulto mayor). También entiende el contexto (puede recomendar iniciar una videollamada con familiares en cierto momento) y se alimenta con un modelo predictivo del comportamiento basado en datos.
Este último punto nos hace preguntar sobre las prácticas de privacidad de Intuition Robotics. La firma asegura que se toma “muy en serio” la privacidad de los usuarios, aunque recopila datos de varias categorías e incluso señala que puede compartir “información personal” con proveedores de servicios externos y socios comerciales.
Un estudio realizado por fuera de la órbita de NYSOFA y Intuition Robotics que evaluó el desempeño del dispositivo en 16 adultos, como señala Ars Technica, dio resultados mixtos. Algunas personas sintieron que ElliQ estaba realmente acompañándolas y les ayudaba con el sentimiento de soledad mientras que otras lo calificaron de intrusivo y molesto.
Javier Marquez