Estados Unidos autorizó recientemente una significativa venta de armamento a Taiwán, valorada en 2.000 millones de dólares, lo que ha generado una reacción contundente por parte de China. Este acuerdo incluye la entrega de un sistema avanzado de misiles de defensa aérea, que ya ha sido probado en combate en Ucrania, marcando un fortalecimiento considerable en la capacidad defensiva de la isla ante posibles amenazas.
El Ministerio de Defensa de Taiwán informó que detectó 19 aviones militares chinos, entre ellos cazas Su-30, que realizaron patrullas de “preparación para el combate conjunto” en las inmediaciones de Taiwán, acompañados de buques de guerra chinos. Esta incursión ocurre en medio de la creciente tensión entre China y Taiwán, ya que las autoridades chinas han prometido implementar contramedidas frente a la reciente venta de armas.
A través de un comunicado emitido el sábado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China manifestó su “firme oposición” y “enérgica condena” ante la transacción armamentista entre Taiwán y Estados Unidos, reiterando que tomará “medidas resolutivas” para defender su soberanía, seguridad e integridad territorial. Aunque no se especificaron cuáles serán estas medidas, el gobierno chino mantiene una postura de rechazo contundente hacia cualquier tipo de apoyo militar a Taiwán, territorio que considera una provincia en disputa.
La actividad militar china en las cercanías de Taiwán ha aumentado en los últimos cinco años, con ejercicios y patrullas que incrementan la presión sobre la isla. En lo que va del mes, China ya había realizado una serie de ejercicios militares a gran escala alrededor de Taiwán, mostrando su capacidad de movilización y su insistente reclamo sobre la isla.
La relación entre Taiwán y China sigue siendo tensa, con el gobierno democrático de la isla rechazando las reclamaciones de soberanía por parte de Pekín. Estas operaciones militares y las respuestas internacionales demuestran la compleja situación geopolítica en la región, en la que Taiwán busca mantener su autonomía mientras China reitera su intención de imponer su autoridad.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com