El papa Francisco dijo que está «preocupado» por Venezuela. Lo manifestó este domingo durante el ángelus que rezó junto a miles de fieles en la plaza de San Pedro. Tras comentar el evangelio del día, el pontífice suele hacer referencia a eventos de actualidad. Este domingo pidió paz para Medio Oriente, Myanmar y, por último, Venezuela.
Dijo que ese país «atraviesa una situación crítica», pero no tomó partido ni por el Gobierno ni por la oposición. «Hago un sincero llamado a todas las partes para que busquen la verdad, actúen con moderación, eviten cualquier tipo de violencia, resuelvan las controversias mediante el diálogo, a que tengan en cuenta el verdadero bien del pueblo y no los intereses partidistas», señaló Francisco, de 87 años, asomado a la ventana de los apartamentos pontificios.
Al final, como suele hacer en estos casos, pidió la intercesión de santos, beatos u advocaciones locales: «Encomendemos este país a la intercesión de Nuestra Señora de Coromoto, tan querida y venerada por los venezolanos, y a la oración del Beato José Gregorio Hernández, cuya figura nos une a todos».
Por Javier Romero