El revolucionario invento puede ser clave en la lucha contra la insuficiencia cardíaca.
Cuando hablamos de términos como levitación magnética y titanio lo último que esperamos en que tenga que ver con el corazón humano. Y, sin embargo, aquí está la tecnología y la ciencia para volver a rompernos la cabeza con un avance que podría suponer una revolución para las personas que esperan un trasplante de corazón. En esencia, han implantado por primera vez un corazón totalmente mecánico (con levitación magnética) en un humano con éxito.
Titanio que late. El corazón artificial total (TAH), como se ha denominado, lo ha fabricado BiVACOR y se implantó como parte de un estudio de viabilidad preliminar supervisado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. El corazón «es una bomba de sangre rotatoria biventricular construida en titanio con una sola parte móvil que utiliza un rotor levitado magnéticamente que bombea la sangre y reemplaza ambos ventrículos de un corazón defectuoso», cuentan.
Una tecnología impensable hasta hace muy poco que utiliza la misma tecnología que las líneas ferroviarias de alta velocidad. Una hazaña que, como decíamos, marca un gran paso para mantener con vida a las personas mientras esperan un trasplante de corazón.
El trasplante. Tal y como han explicado, el paciente fue un hombre de 58 años de Estados Unidos al que le han reemplazado el corazón defectuoso por esta especie de bombeador de sangre temporal de titanio. Según BiVACOR, empresa de dispositivos médicos, TAH no está diseñado para latir como uno real. Pero incluso sin cámaras flexibles o diafragmas de bombeo, afirman que es lo suficientemente potente como para sostener a un hombre durante el ejercicio y lo suficientemente pequeño para adaptarse a la mayoría de hombres y mujeres.
Según los médicos del paciente, el corazón de titanio funcionó perfectamente bien durante ocho días antes de que estuviera disponible un corazón de donante real. «Estoy increíblemente orgulloso de presenciar el exitoso primer implante en humanos de nuestro TAH», dijo en un comunicado el fundador de BiVACOR, Daniel Timms. «Este logro no habría sido posible sin el coraje de nuestro primer paciente y su familia, la dedicación de nuestro equipo y nuestros colaboradores expertos en el Texas Heart Institute».
El corazón mecánico. Hablamos de un dispositivo de doble cámara que tiene aproximadamente el tamaño de un puño y es prácticamente irrompible, resistiendo la corrosión y el desgaste mecánico. Según el fabricante, la ventaja de usar un rotor levitado magnéticamente para impulsar la función de circulación sanguínea del dispositivo es que no hay fricción porque no hay contacto. El dispositivo no es el primer corazón artificial que se utiliza (el primer implante exitoso se realizó en 1969), pero sí es el primero en emplear este novedoso uso de la tecnología de levitación magnética.
Cómo funciona. El corazón utiliza un pequeño controlador externo recargable que sale por el estómago para mantenerlo funcionando capaz de bombear sangre a un ritmo de 12 litros por minuto. La empresa señala que otros corazones artificiales dependen de diafragmas de polímero flexibles para bombear sangre, pero estos componentes pueden desgastarse. Con solo una parte suspendida en el espacio mediante magnetismo (y sin válvulas), el corazón de BiVACOR podría durar técnicamente más.
¿Cuánto? Nadie sabe realmente el tiempo que funciona el dispositivo en humanos, pero en la mesa de trabajo del laboratorio el diseño de BiVACOR ha seguido funcionando durante cuatro años y sigue contando. En cualquier caso, hay que recordar que la función de este “corazón” no es un implante de por vida. Solo está destinado a mantener vivo a un paciente mientras espera un trasplante de corazón.
Un gran avance para la insuficiencia cardíaca. En la actualidad, la mejor opción de tratamiento para las personas con esta dolencia grave es un corazón de donante real. ¿El problema? Que estos no siempre están disponibles en el momento oportuno. De hecho, cada año se realizan menos de 6.000 trasplantes de corazón en todo el mundo. Esta es la razón por la que los corazones artificiales son clave para prolongar la vida en la espera.
En noviembre del año pasado, BiVacor recibió la aprobación de la FDA para implantar su TAH en hasta cinco pacientes con insuficiencia cardíaca terminal este 2024. Dado el éxito del primer implante, se esperan más en un futuro próximo. «El impacto mundial de un reemplazo mecánico comercialmente viable y a largo plazo para el corazón humano que falla será tremendo», zanjan en el resumen del estudio clínico en curso.
Miguel Jorge