Una erupción de clase M4.2 alcanzó ayer la Tierra.
El Sol se acerca a un pico de actividad que puede afectar a nuestras comunicaciones y satélites.
El Sol ha vuelto a ponerse temperamental. A medida que se acerca un nuevo pico de actividad, nuestra estrella hizo gala de su poder con una de las mayores erupciones solares de este ciclo, provocando apagones de radio en el Pacífico Sur.
El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA registró en la madrugada del martes como una gigantesca mancha solar conocida como AR3575 se convertía en la protagonista de la noche.
Una erupción solar seguida de una poderosa eyección de masa coronal disparó un chorro de plasma a 400 kilómetros por segundo a través de la atmósfera de la estrella. El evento duró una hora y cuarenta y cinco minutos.
La erupción de larga duración, catalogada como M4.2, nos alcanzó con una intensa ráfaga de rayos X y radiación ultravioleta, pero gracias a la posición meridional de la mancha solar, la eyección de masa coronal no llegó a golpear la Tierra.
Qué significa todo esto
A diferencia de una eyección de masa coronal, que lanza ingentes cantidades de plasma, una erupción solar es una liberación repentina de radiación electromagnética. Está asociada a las manchas solares, regiones más frías que aparecen durante el ciclo activo del Sol con una intensa actividad magnética.
Las erupciones solares de clase M son potentes, pero no tan extremas como las de clase X. La clasificación M4.2 sitúa a la de ayer en el rango medio de intensidad, pero con un flujo de radiación electromagnética capaz de causar problemas en las comunicaciones de radio, como demuestran los apagones.
Además de regalarnos imágenes espectaculares, este fenómeno nos recuerda la poderosa influencia del Sol, cuya naturaleza aún estamos aprendiendo a predecir. A medida que nuestra infraestructura depende más y más de la tecnología, mayores son nuestros esfuerzos por observar y entender la estrella, incluso introduciéndonos en su atmósfera con sondas espaciales.
Aunque la mancha solar AR3575 ha comenzado a desaparecer, otra mancha inestable llamada AR3576 asoma en el horizonte, prometiendo más actividad solar en los próximos días. Los meteorólogos espaciales de la NOAA anticipan una probabilidad elevada de nuevas erupciones de clase M e incluso X.
Malas noticias para los operadores de satélites y otras infraestructuras tecnológicas sensibles a estos picos de radiación, pero buenas noticias para las regiones más cercanas a los polos, que disfrutarán de intensas auroras estos días.
Matías S. Zavia