El general Sir Patrick Sanders, jefe del ejército británico, advierte sobre la posibilidad de una guerra a gran escala, estableciendo paralelismos con conflictos históricos.
El general Sir Patrick Sanders, jefe del ejército británico, ha emitido una severa advertencia, comparando la situación actual en Ucrania con las crisis que precedieron a las guerras mundiales del siglo XX.
En su intervención en la exposición Internacional de Vehículos Blindados en Londres, Sanders enfatizó la necesidad de que el Reino Unido y sus aliados se preparen para un conflicto que podría desafiar el modo de vida de Occidente, según la agencia europea Euro News.
Trazando paralelismos con la crisis de julio de 1914 y los acontecimientos que condujeron a la Segunda Guerra Mundial, el general Sanders destacó la importancia de aprender de la historia para evitar repetir sus errores más catastróficos.
Los ecos de la historia y la crisis de Ucrania
Destacó la actual invasión rusa de Ucrania como un presagio de posibles conflictos futuros, subrayando la necesidad de vigilancia y preparación, e incluso, un conflicto directo y masivo contra el Rusia.
“Esta guerra no se trata simplemente del suelo negro del Donbás, ni del restablecimiento de un imperio ruso, se trata de derrotar nuestro sistema y forma de vida política, psicológica y simbólicamente. Cómo responderemos como lo hará la generación anterior a la guerra reverberan a través de la historia. La valentía ucraniana está ganando tiempo, por ahora”.
El general señaló que la guerra en Ucrania es más que un conflicto regional; representa un asalto más amplio al sistema democrático y al estilo de vida apreciado en Occidente.
El llamado a la movilización militar y cívica
En respuesta a estas crecientes amenazas, el general Sanders pidió una expansión significativa del ejército británico, casi duplicando su tamaño actual. Este llamado a la acción se produce en medio de una crisis de reclutamiento a largo plazo que ha visto un número cada vez menor en el ejército del Reino Unido.
Más allá de la movilización tradicional, Sanders instó a los ciudadanos británicos a estar preparados para un nivel de movilización cívica no visto desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, en respuesta a su discurso, el portavoz del primer ministro Rishi Sunak, Max Blain, aclaró que el gobierno no tiene intención de reintroducir el servicio militar obligatorio y sigue comprometido a mantener una fuerza militar voluntaria.
La advertencia del general resuena con preocupaciones similares expresadas por otros miembros de la OTAN, particularmente en Europa continental. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, también ha hecho llamados a prepararse para la guerra, lo que marca un cambio en la postura militar tradicionalmente defensiva de Alemania.
Documentos filtrados al periódico alemán Bild, sugieren que Alemania está elaborando planes de contingencia para un ataque ruso a Europa occidental, especialmente contra los Estados bálticos.
El plan, descrito como un “escenario de ejercicio”, prevé que Rusia monte una campaña de guerra híbrida contra Estonia, Letonia y Lituania en julio de este año, utilizando falsas acusaciones de discriminación contra los rusoparlantes como pretexto para concentrar tropas en sus fronteras occidentales con los países de la Unión Europea y en Bielorrusia.
Según las predicciones de este escenario, la propia alianza de la OTAN desplegaría 300,000 tropas en Europa del Este, pero no hasta principios de 2025.
La guerra de Ucrania se encuentra actualmente en un punto muerto. Con la línea del frente relativamente estática y las fuerzas atrincheradas en condiciones heladas, los ataques con misiles de largo alcance y drones han pasado a primer plano, con un número cada vez mayor de ataques vistos en territorio ruso.
A Kiev y sus aliados les preocupa que el suministro de armas y municiones extranjeras al ejército ucraniano se esté estancando, mientras los republicanos en el Congreso de Estados Unidos estrangulan los fondos que el Pentágono necesita para cumplir sus objetivos.
El Diario