
La autopsia de una bebé de dos meses asesinada en Nueva York ha revelado la brutalidad del ataque que sufrió antes de fallecer. El informe forense confirmó daños graves en la columna cervical, hemorragia subcraneal y fracturas en las costillas, lesiones consistentes con una agresión extrema.
El principal sospechoso, Marlon Rabanales-Pretzantzin, de 20 años, enfrenta cargos por asesinato en segundo grado. Según las autoridades, Rabanales-Pretzantzin atacó a la menor tras convencerse de que no era su hija biológica. Durante el interrogatorio, confesó haberla golpeado en la cabeza y el rostro antes de arrojarla violentamente al suelo.
El crimen ocurrió en Inwood, en el condado de Nassau de Long Island. Oficiales de la policía acudieron al domicilio familiar luego de recibir una llamada de emergencia sobre una bebé que no respiraba. Al llegar, encontraron a la menor inconsciente y con signos evidentes de maltrato.
Paramédicos la trasladaron a un hospital, donde falleció a consecuencia de las graves heridas.
El acusado, quien ingresó a Estados Unidos de manera irregular por la frontera de El Paso, Texas, enfrenta un proceso judicial en el que se declaró no culpable. Un juez ordenó su detención sin derecho a fianza, mientras que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas emitió una orden de detención en su contra.
El comisario de policía del condado de Nassau señaló que, una vez concluido el juicio y dictada la sentencia, se evaluará si el acusado será deportado o permanecerá bajo custodia en Estados Unidos.