En la era digital, los dispositivos móviles se han convertido en una herramienta indispensable para millones de personas. Desde el amanecer hasta el anochecer, las notificaciones de redes sociales y mensajes de diversas aplicaciones capturan nuestra atención. Sin embargo, ¿cuáles son los efectos en la salud mental del uso excesivo de estas pantallas?
Hilary Solano, Psicóloga Clínica y de Salud, explica que el uso desmedido de pantallas es un fenómeno global que afecta a personas de todas las edades, con importantes repercusiones en la salud mental. «Aunque la tecnología facilita la comunicación y el acceso a la información, su uso descontrolado puede generar aislamiento social, dificultades emocionales y deterioro en las relaciones interpersonales», advierte la especialista.
Según Solano, las redes sociales y otras plataformas digitales ofrecen interacciones rápidas y superficiales que no reemplazan la riqueza del contacto humano. A largo plazo, esto puede afectar habilidades esenciales como la interpretación del lenguaje corporal, la gestión emocional y la resolución de conflictos.
La licenciada también señala que no solo los jóvenes se ven afectados; adultos y personas mayores también pueden desarrollar una dependencia digital que interfiere con su bienestar. «Para muchas personas, las pantallas se convierten en una vía de escape ante el estrés, la ansiedad o el aburrimiento. Sin embargo, cuando el uso de dispositivos desplaza estrategias de afrontamiento saludables, como el ejercicio, la conversación o el descanso, puede generar un círculo vicioso que potencie signos y síntomas de ansiedad y depresión», explica.
Es crucial reconocer las señales de alerta, como la pérdida de control sobre el tiempo de uso, la interferencia con responsabilidades diarias o la irritabilidad al no poder acceder a dispositivos. En estos casos, la orientación psicológica puede ser clave para recuperar el equilibrio.
Para Solano, más que evitar la tecnología, el objetivo es aprender a gestionarla. Establecer límites, fomentar actividades sin pantallas y reflexionar sobre su uso permite aprovechar sus beneficios sin comprometer la salud mental.