Un fuerte terremoto de magnitud 6,8 sacudió este domingo la región del Tíbet en China, dejando un saldo de más de 90 personas fallecidas y cientos de heridos. El sismo ocurrió a primera hora de la mañana y su epicentro fue localizado cerca de la ciudad de Nyingchi, una de las áreas más vulnerables de esta región montañosa del suroeste de China, situada cerca de la frontera con India.
El terremoto tuvo lugar a una profundidad superficial de aproximadamente 10 kilómetros, lo que lo hizo sentir con gran intensidad en varias localidades cercanas. La zona afectada es conocida por su difícil acceso debido a las montañas y el clima severo, lo que ha complicado las tareas de rescate y auxilio a los damnificados.
Según informes preliminares de las autoridades chinas, el temblor causó una devastadora destrucción en varias aldeas, con cientos de edificios colapsados y viviendas destruidas. Las autoridades locales han activado un operativo de emergencia, con equipos de rescate movilizados desde distintas partes del país para brindar asistencia a las víctimas. La prioridad es rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros y llevar ayuda médica a las zonas más afectadas.
Se han reportado también severos daños a la infraestructura, incluyendo carreteras, puentes y líneas de comunicación, lo que ha dificultado aún más la llegada de suministros y equipos de socorro a las áreas más remotas. A pesar de los esfuerzos del gobierno chino, las condiciones climáticas adversas, como nevadas intensas y bajas temperaturas, han retrasado las labores de rescate y la evacuación de los heridos.
En cuanto a las víctimas, los primeros reportes indican que la mayoría de las muertes se han producido por el colapso de edificios y estructuras, mientras que muchos heridos se encuentran en estado grave. Las autoridades han activado el protocolo de emergencia para enfrentar esta tragedia, y se han enviado recursos médicos y equipos especializados para tratar a los afectados.
El sismo también ha generado una serie de réplicas, algunas de las cuales han provocado más deslizamientos de tierra, lo que ha aumentado el riesgo de nuevos colapsos en las zonas afectadas. El gobierno chino ha instado a la población a mantener la calma y seguir las indicaciones de las autoridades locales mientras se lleva a cabo el proceso de recuperación.
El presidente chino, Xi Jinping, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y prometió enviar más ayuda para enfrentar la crisis. Asimismo, destacó la importancia de la colaboración entre los diferentes niveles del gobierno para superar las dificultades presentadas por el desastre natural.
El sismo ha atraído la atención internacional, con numerosos países ofreciendo su ayuda y solidarizándose con China en este momento de crisis. Organizaciones humanitarias también han comenzado a coordinar esfuerzos para enviar asistencia a la región afectada.
Este terremoto en el Tíbet es uno de los más fuertes que se ha registrado en la región en las últimas décadas y pone de relieve la vulnerabilidad de esta zona montañosa, que históricamente ha experimentado temblores y desastres naturales debido a su proximidad a la fallas geológicas activas.
Por el momento, las autoridades continúan evaluando el impacto total del sismo y las cifras de víctimas podrían aumentar a medida que se avancen las labores de rescate y se logre un mejor acceso a las áreas más devastadas por el terremoto.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com