“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.”
Salmos 91:1
Este versículo ofrece una poderosa promesa de protección y refugio en Dios. Habitar al abrigo del Altísimo implica una relación íntima con Él, una vida centrada en Su presencia y Su voluntad. No es simplemente buscar a Dios en tiempos de dificultad, sino vivir constantemente bajo Su cuidado amoroso y soberano. La imagen de morar bajo Su sombra refleja cercanía, seguridad y paz.
El “Altísimo” es un título que subraya la supremacía de Dios sobre todas las cosas, y “Omnipotente” resalta Su poder infinito para proteger y sustentar a los Suyos. Esto nos recuerda que no importa cuán grandes sean los desafíos que enfrentemos, cuando estamos en comunión con Dios, Su sombra nos cubre y nos brinda consuelo y fuerza.
Este versículo también nos llama a reflexionar sobre nuestra confianza en Dios. Habitar en Su presencia significa depender de Él en cada aspecto de nuestra vida, reconociendo que Su poder es suficiente para enfrentarlo todo. Al buscar refugio en Él, encontramos descanso para nuestras almas y una certeza inquebrantable de que nada puede separarnos de Su amor y cuidado.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com