Un año de contrastes: avances y desafíos en la lucha contra la crisis climática
El 2024 será recordado como un año de extremos para el medio ambiente. Por un lado, las temperaturas globales continuaron en ascenso, intensificando los eventos climáticos extremos, desde incendios forestales devastadores hasta inundaciones catastróficas. Por otro lado, en medio de las adversidades, se lograron avances significativos en la protección y preservación del medio ambiente, avances que, aunque menos publicitados, marcan una diferencia tangible en la lucha contra la crisis climática.
A continuación, un repaso de los hitos positivos más destacados en los últimos 12 meses:
1. Reino Unido abandona el carbón
Un capítulo histórico se cerró cuando Reino Unido apagó su última central eléctrica de carbón en septiembre, simbolizando el fin de una era energética que marcó el inicio de la Revolución Industrial. Esta medida destaca los esfuerzos por descarbonizar la economía, con muchas antiguas plantas de carbón convirtiéndose en centros de almacenamiento de energía renovable, como ocurrió en West Yorkshire, donde una planta desmantelada ahora alberga baterías capaces de alimentar a 250,000 hogares.
2. Energía verde en auge
La energía renovable alcanzó cifras récord en todo el mundo. Estados Unidos registró en abril un hito histórico al generar más electricidad con energía eólica que con carbón. Según la Agencia Internacional de Energía, se espera que para 2030 la capacidad global de energía renovable se triplique respecto a 2022, gracias principalmente al crecimiento en China, líder en energía solar. Este cambio demuestra que la economía, más que las políticas, está impulsando la transición energética global.
3. Reconocimiento jurídico a la naturaleza
En Ecuador, fallos históricos protegieron derechos naturales, mientras que en Nueva Zelanda, montañas y ríos recibieron personalidad jurídica, convirtiéndose en entidades con derechos. En Brasil, una ciudad costera otorgó derechos legales a sus olas marinas, y en el Pacífico, un tratado indígena reconoció a las ballenas como personas jurídicas, estableciendo un precedente legal que protege a estas especies de la explotación humana.
4. Áreas protegidas en los océanos
Las Azores declararon una nueva Área Marina Protegida, la mayor del Atlántico Norte, abarcando 287,000 kilómetros cuadrados de océano. Este santuario protegerá ecosistemas únicos y especies marinas en peligro, convirtiéndose en un modelo para la conservación de océanos en el mundo.
5. Disminución de la deforestación en la Amazonía
Por primera vez en casi una década, la Amazonía brasileña redujo significativamente su tasa de deforestación, alcanzando el nivel más bajo desde 2015. Este logro es resultado de políticas más estrictas bajo el liderazgo de Lula da Silva, quien se comprometió a eliminar la deforestación para 2030.
6. Impacto positivo de la conservación
Estudios recientes confirman que los esfuerzos de conservación están dando frutos, como lo demuestra el aumento en la población de antílopes saiga en Kazajistán, que pasó de 20,000 en 2003 a casi 3 millones en 2024, gracias a proyectos liderados por científicos y comunidades locales.
7. Restauración liderada por pueblos indígenas
Las tribus Yurok en California lograron reintroducir salmones en el río Klamath después de 100 años, tras la eliminación de represas que impedían su flujo. Además, el programa de reintroducción de cóndores de California sigue siendo un éxito, con 18 aves actualmente en libertad en territorios tribales.
Reflexión final
Aunque los retos ambientales son inmensos, los avances de 2024 demuestran que el cambio es posible. Cada acción cuenta, y el compromiso de gobiernos, comunidades locales e individuos puede marcar una diferencia sustancial para proteger el planeta para las generaciones futuras.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com