Se espera que el Kumbh Mela, el festival hindú que tendrá lugar en Prayagraj, India, sea la mayor reunión de peregrinos en la historia, con una asistencia de hasta 400 millones de personas, equivalente a la población de Estados Unidos y Canadá combinadas. El evento, que se celebra una vez cada 12 años en la confluencia de los sagrados ríos Ganges, Yamuna y Saraswati, es un ritual milenario que combina fervor religioso con baños rituales. Esta edición, que comenzará el 13 de enero y finalizará el 16 de febrero, se considera especialmente significativa debido a un alineamiento especial de los planetas.
El festival Kumbh Mela, conocido por su magnitud, es una celebración de fe en la que no se envían invitaciones, y la asistencia está motivada exclusivamente por la devoción religiosa. Los preparativos incluyen la construcción de infraestructura en un terreno de 4.000 hectáreas, que incluye carreteras, alojamientos, iluminación y alcantarillado, además de alrededor de 150.000 baños y más de 68.000 postes de alumbrado LED. Las cocinas comunitarias estarán listas para alimentar a 50.000 personas simultáneamente.
En la ciudad de Prayagraj, también se han realizado renovaciones, y carteles con las fotos del primer ministro Narendra Modi y el ministro jefe del estado, Yogi Adityanath, decoran las calles. Ambos pertenecen al Bharatiya Janata Party (BJP), un partido nacionalista hindú cuyo enfoque mezcla la política con la religión.
Los orígenes del Kumbh Mela están profundamente ligados a la mitología hindú, y se cree que bañarse en los ríos sagrados limpia los pecados y ayuda a alcanzar la “moksha”, la liberación espiritual. Entre los peregrinos, destacan los naga sadhus, monjes desnudos que han caminado durante semanas desde las montañas remotas para llegar al evento. Serán los primeros en adentrarse en las aguas frías de los ríos durante los seis días más propicios para el baño, comenzando el 13 de enero.
“Durante el Kumbh, puedes obtener todo lo que tu corazón anhele”, afirmó Digambar Ramesh Giri, un naga sadhu de 90 años, mientras se preparaba para bendecir a los asistentes.