Rebeldes toman Damasco y derrocan al régimen de Bashar al-Assad: caos e incertidumbre en Siria
El pasado domingo, el Palacio Presidencial Al-Rawda en Damasco se convirtió en el escenario de un momento histórico para Siria. Tras el derrocamiento del presidente Bashar al-Assad, se observaron escenas caóticas de ciudadanos ingresando al recinto, tomando selfies en los pasillos y llevándose muebles del lugar. En una imagen que se viralizó en redes sociales, un rebelde aparece sentado frente a un escritorio, rodeado de mapas desparramados en el suelo, simbolizando el control que ahora ejercen los insurgentes sobre el corazón del poder sirio.
En un garaje anexo al palacio, decenas de autos de lujo, incluidos modelos de Mercedes, Ferraris y Audis, fueron confiscados. Estas imágenes se sumaron a otras que mostraban el saqueo del Banco Central de Siria, donde personas cargaban bolsas llenas de dinero en efectivo.
Mientras tanto, la televisión estatal siria difundió imágenes de los rebeldes recorriendo los pasillos del palacio presidencial, confirmando la huida de Assad en un avión cuyo destino sigue siendo desconocido. Funcionarios militares y de inteligencia están siendo interrogados por las fuerzas insurgentes para rastrear el paradero del derrocado mandatario, quien había gobernado con mano de hierro durante más de 13 años.
Un giro histórico en Oriente Medio
El control de Damasco por los rebeldes sirios marca el fin del régimen de la familia Assad, que gobernó el país durante casi 54 años. El derrocamiento de Bashar al-Assad no solo pone fin a un periodo de represión y guerra civil que dejó cerca de medio millón de muertos y desplazó a la mitad de la población siria, sino que también redefine el mapa político de Oriente Medio.
Este cambio representa un duro golpe para los aliados clave de Assad, Rusia e Irán, quienes lo habían apoyado militar y económicamente durante el conflicto. La caída de su régimen genera incertidumbre sobre el futuro político de Siria, ahora sin un sucesor claro que dirija el país.
Una nación marcada por la guerra
La guerra civil en Siria comenzó como una revuelta contra Assad en 2011 y rápidamente escaló en un conflicto devastador. Millones de sirios huyeron a países vecinos como Jordania, Turquía, Irak y Líbano, mientras que otros lograron llegar a Europa buscando refugio. Con el colapso del régimen, Siria enfrenta un nuevo capítulo lleno de desafíos políticos, económicos y sociales.
El destino de Assad sigue siendo un misterio, pero lo que es seguro es que el pueblo sirio enfrenta una etapa crucial en su historia, con la esperanza de construir un futuro libre de la opresión que marcó las últimas décadas.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com