Decenas de mujeres y niños secuestrados en el Mediterráneo durante un intento de cruce migratorio
Un aterrador incidente ocurrió en el Mediterráneo cuando una lancha neumática que transportaba al menos 112 migrantes comenzó a desinflarse frente a las costas de Libia. Hombres armados, a bordo de dos lanchas motorizadas, secuestraron a decenas de mujeres y niños, dejando una estela de temor y desesperación entre los sobrevivientes.
Rescate interrumpido por la violencia
El equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF), a bordo del buque Geo Barents, logró rescatar a 83 hombres y menores provenientes de Eritrea, Yemen y Etiopía. Según MSF, los hombres armados dispararon al aire y al agua, provocando que más de 70 personas saltaran desesperadamente al mar. “Las dos lanchas dispararon para detenernos, nos quitaron teléfonos y dinero. Luego, mientras apuntaban con armas, se llevaron solo a las mujeres y los niños”, relató un superviviente.
Antes del rescate, los ocupantes de una de las lanchas motorizadas, que afirmaron ser parte de la Guardia Costera de Libia, aseguraron que permitirían a MSF trasladar a las mujeres y niños capturados. Sin embargo, la segunda lancha ignoró estas instrucciones y huyó rápidamente, dejando un futuro incierto para las víctimas. No se pudo determinar quiénes eran los hombres armados de la segunda embarcación ni el paradero de las mujeres y los niños.
Una crisis humanitaria en curso
Médicos Sin Fronteras informó que, tras el rescate, el Geo Barents navegó hacia Regio de Calabria, en Italia, designada como zona segura para el desembarco de los sobrevivientes. Sin embargo, las experiencias traumáticas no terminan con el rescate. Mara Tunno, psicóloga a bordo del Geo Barents, destacó el grave impacto emocional en los rescatados: “Están en estado de shock, extremadamente cansados y desesperados. Informan haber sido víctimas de violencia, tortura, y condiciones inhumanas en Libia”.
Tunno hizo un llamado urgente a las autoridades internacionales para garantizar la seguridad y reunir a las familias separadas. “Libia no es un lugar seguro para los migrantes. Es fundamental actuar con rapidez para proteger a quienes buscan una vida mejor y acabar con estas atrocidades”, afirmó.
Testimonios estremecedores
Los relatos de los supervivientes arrojan luz sobre la brutalidad del incidente. Uno de los hombres rescatados compartió cómo los atacantes los golpearon con las culatas de sus rifles para silenciarlos. La desesperación y el terror marcaron cada segundo de este acto de violencia.
Migración en el Mediterráneo: un camino lleno de riesgos
Este incidente es solo una muestra de los peligros que enfrentan los migrantes al intentar cruzar el Mediterráneo, una de las rutas migratorias más mortales del mundo. Organizaciones como MSF trabajan incansablemente para salvar vidas, pero enfrentan desafíos significativos debido a la falta de cooperación internacional y los conflictos en la región.
La comunidad internacional debe actuar con firmeza para garantizar la seguridad de los migrantes, sancionar a los responsables de actos violentos como este y proporcionar alternativas seguras para quienes buscan escapar de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com.