El pasado 19 de septiembre, Shohei Ohtani hizo historia en el LoanDepot Park de Miami al conectar su cuadrangular número 50 de la temporada, convirtiéndose en el primer jugador de Grandes Ligas en unirse al club exclusivo 50/50, que consiste en robar al menos 50 bases y conectar al menos 50 jonrones en una misma temporada.
La histórica pelota de este cuadrangular fue capturada por un aficionado llamado Chris Belanski, quien salió del estadio escoltado, ya que se estima que la pelota podría valer millones de dólares. Pocos días después, Belanski decidió entregar la pelota a la casa de subastas Goldin Auctions, donde se inició una puja con un precio base de $500,000.
Sin embargo, la situación se complicó cuando otro aficionado, Max Matus, presentó una demanda contra Belanski, alegando que era el propietario original de la pelota. Matus y sus abogados sostienen que Belanski y su acompañante, Kelvin Ramírez, obtuvieron la pelota de forma “ilícita y forzada” en las gradas. Esta demanda generó una gran controversia en torno a la propiedad de la pelota, a lo que la empresa de subastas respondió con un comunicado sobre el asunto.
Para añadir más drama a la situación, recientemente se presentó una segunda demanda por la posesión de la histórica pelota, esta vez interpuesta por Joseph Davidov. En su declaración ante un tribunal de Florida, Davidov asegura que pudo “agarrar firme y completamente la pelota con su mano izquierda mientras estaba en el suelo”, reclamando que un aficionado desconocido saltó sobre él, provocando que la pelota se soltase y rodara hasta las manos de Belanski.
La situación en torno a la pelota de Ohtani ha desatado un intenso debate legal y un interés considerable por parte de los aficionados al béisbol, convirtiéndose en un episodio fascinante dentro de la historia reciente del deporte.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com