El expresidente de Bolivia, Evo Morales, se encuentra inmerso en un escándalo judicial relacionado con la presunta violación de una menor de edad, hecho que habría ocurrido durante su mandato, y con quien se afirma tuvo una hija. La fiscal del departamento de Tarija, Sandra Gutiérrez, fue destituida tras ordenar la aprehensión de Morales por el presunto delito de trata de personas, lo que ha generado una gran controversia en el país.
La orden de captura contra Morales, que fue anulada por la justicia, surgió de una investigación que indica que en 2016 el entonces presidente mantuvo una relación con una menor de 15 años, producto de la cual nació una hija. El ministro de Justicia, César Siles, confirmó que Morales está siendo investigado por violación, destacando que estos delitos no deben quedar impunes. Según Siles, el certificado de nacimiento de la niña reconoce a Morales como el padre.
Morales, por su parte, respondió a través de su cuenta en X, indicando que no le sorprenden estas acusaciones y recordando que ha sido perseguido en el pasado por otros gobiernos. También expresó que no tiene miedo y que no se dejará callar.
El caso ha aumentado las tensiones entre Morales y el actual presidente Luis Arce, antiguo aliado y sucesor de Morales, quienes ahora compiten por el liderazgo del oficialismo de cara a las elecciones de 2025. La destitución de la fiscal Gutiérrez, quien asegura que fue apartada del cargo por investigar a Morales, ha añadido un nuevo capítulo a esta confrontación política. Según Gutiérrez, su destitución fue ordenada por el jefe del Ministerio Público, Juan Lanchipa, quien la acusó de “conducta negligente”.
El paradero de Morales, según sus seguidores, estaría bajo resguardo en la región cocalera de Chapare, donde se ha movilizado un grupo de personas para protegerlo ante el riesgo de ser capturado. Mientras tanto, el futuro de las investigaciones en su contra sigue siendo incierto.
Por: Francisco Núñez, franciscoeditordigital@gmail.com