Cuatro ciudades palestinas fueron el objetivo de una enorme ofensiva de las Fuerzas de Seguridad de Israel (FDI) en el territorio ocupado de Cisjordania.
Se informó que al menos 10 palestinos han muerto desde que comenzaron las incursiones israelíes en la medianoche del martes (hora local).
Pero la cifra real podría ser mayor: funcionarios palestinos dijeron anteriormente que al menos 11 personas habían muerto desde que comenzó la ofensiva israelí.
El operativo israelí tiene lugar simultáneamente en al menos cuatro ciudades palestinas: Yenín, Tulkarem, Nablus y Tubas, que cubren gran parte del norte de Cisjordania.
Israel dijo en un comunicado que se trata de una “operación antiterrorista” en Yenín y Tulkarem. E indicó que cinco “hombres armados” murieron en ataques aéreos en las dos ciudades y otros cuatro murieron en el campamento de Far’a cerca de Tubas.
Por su parte, el Ministerio de Salud palestino en Cisjordania dijo en un comunicado el miércoles que el ejército israelí estaba bloqueando el acceso de las ambulancias en hospitales, lo que “constituye una flagrante violación” del derecho humanitario.
Y pidió “a la comunidad internacional y a la Cruz Roja” ayudar a proteger los hospitales de Yenín, Tulkarem y Tubas.
Se cree que es la primera vez desde la segunda intifada -el levantamiento palestino que tuvo lugar entre 2000 y 2005- en que varias ciudades palestinas son objetivo de incursiones militares simultáneas de Israel.
Se informó que las principales carreteras de acceso a Yenín estaban cerradas, y se habló de enfrentamientos armados en el campo de refugiados de la ciudad.
Yolande Knell, corresponsal de la BBC en Medio Oriente, dice que hay informes de que las fuerzas israelíes entraron en un hospital de Yenín y bloquearon otros dos hospitales en Tulkarem.
“Las incursiones militares israelíes en Nablus se centran, al parecer, en dos campos de refugiados allí”, señala Knell.
“En el campo de Far’a, cerca de Tubas, los médicos dijeron que las ambulancias no podían llegar a los heridos después de un ataque con drones israelíes”, agrega.
Las FDI, los servicios de seguridad y la policía israelíes publicaron el miércoles una declaración conjunta sobre lo que denominaron una «operación antiterrorista» en Yenín y Tulkarem.
La declaración indicaba que tres «terroristas armados» en Yenín que «representaban una amenaza para las fuerzas de seguridad» murieron en un ataque aéreo.
Agregó que otros dos hombres armados murieron en Yenín y Tulkarem, y que los soldados israelíes «desmantelaron explosivos que estaban colocados bajo las carreteras de la zona y que estaban destinados a ser detonados en ataques contra las fuerzas de seguridad».
El comunicado agregó que otros cuatro hombres murieron en el campamento de Far’a en ataques aéreos.
«Violación del derecho internacional»
Wafa, la agencia de noticias oficial de la Autoridad Nacional Palestina, informó que los soldados israelíes habían ingresado en hospitales, obstaculizando el paso de ambulancias en un centro médico, y estaban arrasando infraestructura en esas dos ciudades.
La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (OACNUDH) condenó la «respuesta cada vez más militar» de las Fuerzas de Seguridad de Israel en la Cisjordania ocupada.
La OACNUDH afirma que la reciente operación militar israelí en Cisjordania se está llevando a cabo «de una manera que viola el derecho internacional y corre el riesgo de agravar aún más una situación ya explosiva».
«La violencia entre las fuerzas de seguridad israelíes y los palestinos armados en Cisjordania no constituye un conflicto armado según el derecho internacional humanitario», afirma la declaración, y añade que «el uso de la fuerza en Cisjordania debe cumplir las normas de derechos humanos».
«Resultados terribles y peligrosos»
El miércoles, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, afirmó que las FDI han estado «operando con toda su fuerza desde anoche en los campos de refugiados de Yenín y Tulkarem para desmantelar las infraestructuras terroristas iraní-islámicas establecidas allí».
Acusó a Irán, que respalda a los grupos armados Hamás y la Yihad Islámica Palestina, de intentar abrir lo que llamó un nuevo frente contra Israel en Cisjordania.
«Debemos enfrentar la amenaza de la misma manera que enfrentamos la infraestructura terrorista en Gaza, incluida la evacuación temporal de los residentes palestinos y todas las medidas que sean necesarias», añadió.
Por su parte, la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina indicó que esta última escalada de violencia en Cisjordania, junto con la actual guerra en Gaza, “conducirá a resultados terribles y peligrosos por los que todos pagarán el precio”.
Nabil Abu Rudeineh, portavoz de la presidencia, afirmó que la ofensiva israelí en Cisjordania era «una continuación de la guerra global contra nuestro pueblo, nuestra tierra y nuestros lugares sagrados», según cita Wafa.
Agregó que las autoridades israelíes, que ocupan Cisjordania, son responsables de la escalada, “al igual que Estados Unidos”, ya que este último “proporciona protección y apoyo a esta ocupación para que continúe su guerra contra nuestro pueblo palestino».
El portavoz pidió a Estados Unidos que intervenga para detener la escalada, que «representa una amenaza para la estabilidad de la región y del mundo entero».
BBC