Hoy se cumple una semana desde que el presidente de la República, Luis Abinader, asumió nuevamente como jefe de Estado para el cuatrienio 2024-2028, período que, según ha afirmado, será el último de su mandato en el país caribeño.
Sin embargo, estos primeros siete días de su segundo mandato han estado marcados por un intercambio de declaraciones entre Abinader y el expresidente Leonel Fernández, líder del partido opositor Fuerza del Pueblo (FP). El enfrentamiento entre ambos políticos comenzó rápidamente, desde el lunes 19 de agosto, el primer día oficial del nuevo gobierno, cuando Fernández ofreció una rueda de prensa en la que cuestionó las estadísticas presentadas por el gobierno.
Posteriormente, Abinader respondió de manera poco habitual durante su espacio semanal con la prensa, «La Semanal con la Prensa», en el que calificó a Fernández como un aliado del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. En respuesta, Fernández negó cualquier relación con el chavismo o madurismo, defendiendo su imparcialidad como observador en las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio, ampliamente cuestionadas.
Las declaraciones de Abinader también provocaron reacciones en otros ámbitos, como la del expresidente mexicano Vicente Fox, quien se sumó a quienes acusan a Fernández de tener afinidades políticas con el chavismo venezolano. Por su parte, Fernández ha descrito este cruce de palabras como un adelanto prematuro de la campaña electoral en la República Dominicana.