La misión Polaris Dawn, financiada por el empresario Jared Isaacman, despegará hasta los 1.400 km el 31 de agosto.
Es lo más lejos de la Tierra que ha llegado ningún ser humano desde la última misión Apolo, hace medio siglo.
SpaceX ha adaptado una nave Crew Dragon para este vuelo, que estrenará sus nuevos trajes espaciales presurizados.
SpaceX está a las puertas de una de las misiones más desafiantes de su historia. Financiada por el multimillonario Jared Isaacman, Polaris Dawn inscribirá varios hitos en los anales de la exploración espacial privada.
Los tripulantes de Polaris Dawn. Polaris Dawn será el primero de los tres vuelos espaciales del programa Polaris que el empresario Jared Isaacman contrató a SpaceX en 2022 tras el histórico primer vuelo espacial privado: la misión Inspiration4, de la que Isaacman también fue partícipe.
El fundador de la empresa de pagos Shift4 será también el comandante de Polaris Dawn. Scott Poteet, ex piloto de combate de la Fuerza Aérea y amigo personal de Isaacman, hará las funciones de piloto. Anna Menon y Sarah Gillis, dos ingenieras de SpaceX, completarán la tripulación con los papeles de oficial médico y especialista de misión, respectivamente.
La mayor distancia a la Tierra desde Apolo. Los cuatro tripulantes de Polaris Dawn viajarán al espacio a bordo de la nave Crew Dragon «Resilience». Si no hay más retrasos, un cohete Falcon 9 que ya volado cuatro veces despegará desde Florida en la madrugada del 31 de agosto para dejarlos en una órbita elíptica de 1.200 km de apogeo.
Una vez separada del cohete, la Crew Dragon encenderá sus motores Draco para aumentar su altitud a 1.400 km, muy por encima de los 400 a los que orbita la Estación Espacial Internacional, y lo más lejos de la Tierra que ha llegado ningún ser humano desde la última misión Apolo en 1972.
La primera caminata espacial comercial. La misión de cinco días incluye 40 experimentos y la primera actividad extravehicular de un vuelo espacial privado, para la que SpaceX ha tenido que adaptar su nave y desarrollar sus primeros trajes espaciales presurizados.
La actividad apenas puede definirse como una caminata espacial, ya que Isaacman y Gillis solo podrán asomarse al exterior de la nave desde unas escaleras en la escotilla. Sin embargo, todos los tripulantes tendrán que ponerse los trajes: la Crew Dragon carece de esclusa de aire y la nave estará despresurizada durante las dos horas de actividad. El evento se emitirá en directo gracias a la comunicación láser con satélites Starlink.
Asomarse al cinturón interior de Van Allen. La Crew Dragon habrá descendido a una altitud de 700 km antes de la caminata espacial. Aun así estará en los confines del cinturón interior de Van Allen, una de las dos zonas de la magnetosfera donde se concentra la radiación que el campo magnético terrestre captura del viento solar.
Antes de la caminata, la nave espacial habrá pasado dos o tres veces por una zona de alta radiación conocida como la Anomalía del Atlántico Sur. Los tripulantes de Polaris Dawn recibirán en unas horas tanta radiación como la que reciben en tres meses los astronautas de la Estación Espacial.
Lo que viene. Si Polaris Dawn acaba siendo un éxito, una segunda misión Polaris a bordo de la nave Crew Dragon podría asumir más riesgos. Por ejemplo, con un paseo espacial en el que uno de los tripulantes saldría por completo de la nave, unido solo por los umbilicales del traje.
En cuanto a la tercera misión del programa Polaris, consiste en dejar atrás la seguridad probada de la Crew Dragon para realizar el primer vuelo tripulado a bordo de una Starship, la nave-cohete más grande del mundo que SpaceX está desarrollando al sur de Texas.
Matías S. Zavia