La apertura del acceso a la nave británica, hundida en medio de una borrasca a cincuenta metros de profundidad frente a la localidad de Porticello.
Los buzos italianos han conseguido abrir una vía de acceso al velero hundido frente a las costas de Sicilia (sur) para buscar en su interior a los seis desaparecidos tras su naufragio, entre estos el magnate británico Mike Lynch.
La apertura del acceso a la nave británica, hundida en medio de una borrasca a cincuenta metros de profundidad frente a la localidad de Porticello, ha sido posible tras complejas operaciones de los submarinistas, según informó la televisión pública RAI.
La Guardia Costera italiana, desplegada en el dispositivo, explicó en un comunicado que aunque la operación «prosigue sin pausa» los buzos por el momento «están valorando si es factible entrar de forma segura» en la embarcación.
La profundidad en la que se encuentran los restos y la posición en la que quedaron tras el naufragio complican la búsqueda.
Asimismo, los guardacostas confirmaron que «por ahora no constan restos de contaminación» por el carburante del yate.
En el momento de la tragedia, el velero llevaba 22 personas a bordo, 10 tripulantes y 12 pasajeros, y quince de ellos pudieron salvar su vida, entre estas una niña de un año, Sophie, y su madre Charlotte Golunski, de 35 años.
Por el momento, la única víctima mortal confirmada es un miembro de la tripulación, el cocinero francés Ricardo Tomas.
Los seis desaparecidos son el magnate informático Mike Lynch y su hija Hannah, de 18 años; el presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y su esposa Anne Elizabeth Judith Bloomer; el abogado de Lynch, Chris Morvillo y con su esposa Nada.
Agencia EFE