Esto es lo que se espera durante los cuatro días de la Convención Nacional Republicana.
A pesar de toda la escenografía habitual, la Convención Nacional Republicana que comienza el lunes es diferente a los eventos de nominación anteriores de Donald Trump.
En 2016 y 2020, Trump no era el favorito, se preveía su caída y enfrentaba críticas dentro de su propio partido. Este año, aceptará la nominación republicana con su partido respaldándolo y los demócratas en agitación sobre la viabilidad del presidente Joe Biden.
Se realizarán las tareas habituales de la convención a lo largo de los cuatro días. Los delegados —casi 2,400— deben aprobar una plataforma y designar formalmente el binomio presidencial: Trump y su compañero de fórmula aún por nombrar. Escucharán tanto a los candidatos nacionales como a muchos otros que reúnen apoyo a Trump y atacan a los demócratas.
El Partido Republicano espera un momento triunfal.
«El ambiente político no sólo es excelente para Donald Trump, sino que es realmente excelente para los republicanos que se postulan para el Senado, gobernador, escaños en la Cámara de Representantes y otros cargos menores», dijo Henry Barbour, un influyente miembro del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) quien en ocasiones ha criticado a Trump en el pasado.
A continuación presentamos algunas preguntas previas a la convención
Trump ha enterrado a sus oponentes y se ha apoderado del partido. Los votantes reciben correos para recaudar fondos con el sello «Comité Nacional Trump» arriba de la dirección en el Capitolio del Comité Nacional Republicano. La rival primaria más cercana de Trump, Nikki Haley, no estará en el escenario de la convención. En cambio, los delegados escucharán, entre otros, al gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien puso fin a su campaña presidencial después de los caucus de Iowa e inmediatamente respaldó a Trump.
«No creo que haya comparación con sus campañas anteriores», dijo Newt Gingrich, expresidente de la Cámara de Representantes y aliado de Trump.
Lo más importante es que ahora Trump lleva la delantera frente a Biden y está tan seguro que su campaña prometió en un adelanto de la convención que «el presidente Donald J. Trump inaugurará una nueva era dorada para Estados Unidos».
Siempre hombre de los espectáculos, Trump ha alargado la elección de su compañero de fórmula. Las posibilidades más mencionadas son Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte; Marco Rubio, senador de Florida; y J.D. Vance, senador de Ohio. Trump ha meditado que le encantaría no revelar a su elegido hasta que comience la convención —pero admite que esa idea frustra a sus asistentes que quieren presentar un adelanto del lanzamiento. Se espera que los tres hombres, junto con otros contendientes que Trump ha considerado, hablen ante los delegados en algún momento.
El propósito de las convenciones es animar principalmente a sus partidarios medulares. Pero atraen a grandes audiencias televisivas y en línea que incluyen a un electorado más amplio. La campaña de Trump ha esbozado mensajes diarios dirigidos a ambas audiencias, con temas que retoman el lema de la gorra roja de Trump: Make America Great Again (Devolvamos la grandeza a Estados Unidos, o MAGA por sus siglas en inglés). El tema del lunes es la economía:
«Hagamos rico a Estados Unidos otra vez». Trump ha esbozado una agenda que incluye aranceles radicales y aumento de la producción de petróleo y gas, a pesar de que eso ya alcanzó un récord bajo el gobierno de Biden. Sostiene que sus planes de deportar a millones de inmigrantes que se viven sin autorización legal en Estados Unidos reducirán la inflación, que ha bajado desde niveles más altos a principios de la presidencia de Biden.
El martes tratará de inmigración y delincuencia: «Hagamos seguro a Estados Unidos otra vez». Trump y los republicanos creen que el debate fronterizo es uno de sus temas más fuertes. Han organizado discursos para familiares de personas asesinadas en los que inmigrantes que se radican de manera irregular en Estados Unidos enfrentan cargos penales, como parte de los esfuerzos más generales de Trump de culpar del crimen a las políticas fronterizas.
El miércoles es el día de la seguridad nacional: «Hagamos fuerte a Estados Unidos otra vez». Los delegados y la audiencia pueden esperar escuchar argumentos de que Biden es un comandante en jefe y jefe de Estado «débil» y «fracasado». Normalmente, este es el día en que los candidatos a vicepresidente se dirigen a la convención.
El jueves culminará con el propio Trump: «Hagamos grande a Estados Unidos Otra Vez».
La conclusión para la mayoría de los observadores, a pesar de toda la cuidadosa planificación y coreografía, será lo que el propio Trump diga en su discurso de aceptación. En 2016, en Cleveland, Trump ofreció una oscura crítica a la vida estadounidense e insistió: «Sólo yo puedo arreglarlo». El discurso populista y nacionalista cautivó a sus partidarios, pero no necesariamente le ayudó a ampliar su atractivo.
Los republicanos de todo el partido quieren que Trump aproveche las dificultades de Biden para explicar sus ideas para un segundo mandato presidencial. Eso significa eludir su retórica racista más incendiaria. Y sí, también significa no repetir sus mentiras de que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas ni perder el tiempo en quejas sobre los procesos penales en su contra.
«Necesita evitar la política de división», dijo Barbour.
Claro que eso significa que Trump adopte un enfoque decididamente no típico de Trump.
Si hay algún desacuerdo notable en el pleno, puede deberse a la disposición de la plataforma que establece que la política sobre el aborto debe dejarse en manos de los gobiernos estatales. Eso es lo que Trump quiere dos años después que la mayoría conservadora de la Corte Suprema de Estados Unidos que él ayudó a cimentar anulara el precedente que establecía un derecho federal a los servicios de aborto.
Los activistas antiaborto —y el exvicepresidente de Trump, Mike Pence— quieren que los republicanos pidan restricciones federales al aborto. No hay duda de que Trump controla los votos para ratificar la plataforma propuesta. Una pelea pública favorecerá la afirmación de los demócratas de que el Partido Republicano quiere prohibir de hecho el acceso al aborto en todo el país —parte de su argumento más amplio de que un segundo gobierno de Trump será extremo en muchos temas políticos.
Se espera que los miembros de la familia Trump ofrezcan discursos en algún momento. Donald Trump Jr. ha sido un sustituto de primer nivel y un firme defensor de su padre en los últimos meses. Pero su hija Ivanka Trump ha estado mucho más callada desde que dejó su puesto como asesora de la Casa Blanca durante el mandato de Trump. Se espera que la ex primera dama Melania Trump esté en Milwaukee, pero a primera hora del viernes se desconoce si tomará la palabra. Ha estado notablemente ausente de la campaña de 2024, un marcado contraste con el papel de la primera dama Jill Biden con su esposo.
No se permitirá el ingreso de grupos de protesta al interior de la zona de seguridad establecida por el Servicio Secreto alrededor del recinto de la convención. Pero se acercarán lo más que puedan y atraerán cuando menos algo de atención de los medios. Principles First (Principios Primero), que se describe a sí mismo como un movimiento de base nacional de conservadores prodemocracia y anti-Trump, realizará una manifestación el miércoles. Entre los oradores se encuentra Michael Steele, expresidente del Partido Republicano.
El Comité Nacional Demócrata también celebrará eventos en Milwaukee y promete conferencias de prensa diarias, propuestas alternativas y acercamiento a los votantes en esa ciudad dominada por los demócratas. Los demócratas pretenden resaltar los logros de Biden en materia de economía y yuxtaponer la defensa del presidente de la democracia y las alianzas internacionales con las críticas de Trump a la OTAN, sus elogios a líderes autoritarios y las bromas sobre convertirse en un dictador desde el «día uno».
Los grupos alineados con los demócratas, incluidos United We Dream Action (Unidos Soñamos con la Acción), el Service Employees International Union (Sindicato Internacional de Empleados de Servicios) y America´s Voice (Voz de Estados Unidos), irán aún más lejos, con vallas publicitarias móviles bilingües alrededor del sitio de la Convención Nacional Republicana para instar a los votantes a rechazar «la agenda fascista de Trump».
AP