Por: Aquiles Rojas
NUEVA YORK.- El icónico Brooklyn Bridge fue testigo de una reunión histórica cuando New York Road Runners (NYRR) y el Departamento de Transporte de la ciudad de Nueva York (DOT) organizaron su primera Carrera y Caminata Divertida de la Comunidad (Community Fun Walk and Run inaugural). Con el puente como fondo majestuoso, los participantes desafiaron el frío, ansiosos por embarcarse en un viaje único que combina fitness, participación comunitaria y vistas impresionantes.
Para aquellos que no están familiarizados con NYRR, es más que una simple organización, es una fuerza impulsora detrás de una misión de ayudar e inspirar a las personas a través de la carrera, ejemplificada por su reconocida organización del Maratón de la Ciudad de Nueva York. Dedicada a generar un impacto positivo en la comunidad, los jóvenes, las organizaciones benéficas y los corredores individuales, NYRR ha sido silencioso pero con una poderosa influencia en la escena del running de Nueva York.
El evento comenzó con el EMCEE de NYRR dando una cálida bienvenida a los participantes y presentando a Germán Martínez como líder del día. Cuando los New York Road Runners ocuparon un lugar central, se hizo evidente su compromiso de crear una comunidad vibrante y saludable a través del running.
Con el puente de Brooklyn frente a él, el comisionado del DOT, Ydanis Rodríguez, se dirigió a los participantes. A pesar del frío, expresó su entusiasmo por la activa mañana que se avecinaba, destacando la belleza del entorno.
«El Brooklyn Bridge es un icónico hito mundial y, con sus vistas panorámicas del horizonte de Manhattan, es un lugar impresionante para cualquier corredor de la ciudad», dijo el comisionado Rodríguez. «Estamos entusiasmados de asociarnos con NYRR en esto para celebrar a la comunidad de corredores locales, así como los esfuerzos del NYC DOT para preservar el amado puente».
Rodríguez compartió su visión sobre la importancia del Brooklyn Bridge y reveló que casi 30.000 peatones, incluidos muchos corredores y caminantes, lo cruzan a diario. El Comisionado también arrojó luz sobre el proyecto en curso de $300 millones para restaurar el puente, limpiándolo de suciedad y hollín de décadas de antigüedad, y la instalación de un nuevo sistema de luces LED de bajo consumo para iluminar su grandeza.
Rodríguez expresó su anticipación de que este evento se convierta en una tradición anual, que reúna a entusiastas del ejercicio físico, miembros de la comunidad y admiradores de la belleza del puente.
Se extendió un reconocimiento especial a George Ntim y al Dyckman Run Club por su participación, contribuyendo al espíritu colectivo del evento.
Al concluir la caminata, los participantes no solo celebraron sus logros físicos sino que también valoraron la combinación mágica de comunidad, fitness y las impresionantes vistas del Brooklyn Bridge en esa mañana. Este evento, con su combinación de importancia histórica y entusiasmo contemporáneo, está a punto de convertirse en una tradición anual.