La sonda SLIM de Japón aterrizó con éxito en la Luna, convirtiéndose en el quinto país en lograr esta hazaña, con un aterrizaje preciso y la exploración lunar reanudada.
En un hito importante para la exploración espacial, Japón ha logrado alunizar con éxito su sonda SLIM (Smart Lander for Investigating Moon) en la superficie lunar.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) confirmó este logro, convirtiendo a Japón en el quinto país del mundo en lograr un alunizaje exitoso.
La misión ya ha comenzado a superar los desafíos iniciales y ahora avanza en la exploración de la superficie lunar.
SLIM: Aterrizaje exitoso a pesar de los desafíos
La sonda SLIM aterrizó en la Luna a las 00:20 hora local del día 20 de enero después de un desafiante descenso de 20 minutos, en el que se perdió uno de sus dos motores.
A pesar de estas dificultades, la sonda logró establecer comunicación con la Tierra después del aterrizaje. Inicialmente, la sonda tuvo dificultades para generar energía a partir de sus células solares debido a la desalineación causada por el comportamiento de aterrizaje no planificado, pero este problema ya se resolvió.
Uno de los principales objetivos de SLIM era lograr un aterrizaje “preciso”, una hazaña de precisión sin precedentes en la exploración lunar.
Los alunizajes tradicionales suelen tener un margen de varios kilómetros, pero SLIM aterrizó notablemente a unos 55 metros de su sitio objetivo cerca del cráter Shioli, cerca del ecuador lunar. Este nivel de precisión abre nuevas posibilidades para futuras misiones e investigaciones lunares.
Exploraciones futuras y contribuciones a Artemisa
Además de su misión principal, SLIM también tiene el objetivo secundario de capturar imágenes que se utilizarán en el proyecto de exploración lunar Artemis. Una vez resuelto el problema de energía, SLIM ahora puede reanudar esta tarea.
El aterrizaje exitoso y el estado operativo de SLIM marcan una contribución significativa a los objetivos más amplios de la exploración lunar y las iniciativas internacionales de investigación espacial como Artemis.
En los próximos años, la competencia en la exploración lunar promete alcanzar nuevos niveles de innovación y colaboración internacional. La NASA, con su programa Artemis, tiene como objetivo no solo volver a llevar astronautas a la Luna, sino también establecer una presencia humana sostenible allí para 2028.
Este ambicioso objetivo incluye planes para la construcción de la Gateway Lunar Orbital Platform, una estación espacial que orbitará la Luna y servirá como un punto de tránsito para misiones lunares y, potencialmente, como un trampolín para misiones a Marte.
Además, varias agencias espaciales, como la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Espacial Federal Rusa (Roscosmos) y la Agencia Espacial China (CNSA), también tienen planes significativos para la exploración lunar, que incluyen el envío de misiones no tripuladas para estudiar la Luna y, en algunos casos, el desarrollo de bases lunares tripuladas.
El sector privado también juega un papel cada vez más prominente en la exploración lunar. Empresas como SpaceX, Blue Origin y otras están desarrollando tecnologías que podrían reducir significativamente los costos de viaje a la Luna y, eventualmente, habilitar el turismo lunar.
Estas empresas están colaborando con agencias gubernamentales y buscando oportunidades comerciales, como la minería lunar y la investigación científica. La competencia entre naciones y empresas está impulsando la innovación tecnológica y podría resultar en avances significativos en la ciencia espacial y la exploración.
Sin embargo, esta competencia también plantea desafíos en términos de cooperación internacional y el establecimiento de normas y leyes para la actividad espacial, especialmente en lo que respecta a la Luna, que es un recurso compartido y de interés común para toda la humanidad.
El Diario