Jacob y Rachel Sperber fueron hallados con múltiples puñaladas en el cuerpo en su casa en Brooklyn, mientras su hijo, el principal sospechoso, era descrito por los residentes del área como un «bicho raro» que tenía «problemas en su vida».
Un sujeto presuntamente asesinó acuchilladas a sus dos padres en su casa en Brooklyn el sábado en la noche, mientras los vecinos dicen que el hombre tiene “problemas de salud de mental”, informaron las autoridades.
Los funcionarios recibieron un reporte del 911 en 1158 45th Street en Borough Park alrededor de las 5:20 de la tarde y descubrieron los cadáveres de un hombre y una mujer, los dos de 75 años, con numerosas heridas de arma blanca en todo el cuerpo, señalaron los oficiales.
La pareja fue identificada como Jacob y Rachel Sperber, los trasladaron al Hospital Maimónides donde fueron declarados muertos, de acuerdo con el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).
De acuerdo con los informes, el hijo del matrimonio asesinado se atrincheró en la vivienda tras supuestamente haber matado a sus padres.
El NYPD no dio a conocer el nombre del sujeto ni declararon su relación con las víctimas, pero de acuerdo con las fuentes policiales y algunos de los residentes del lugar manifestaron que el hombre que se llevaron las autoridades era el hijo de la pareja que había lidiado con “problemas en su vida”.
Uno de los vecinos indicó que un habitante del edificio se había comunicado con Hatzolah, el servicio de emergencia voluntario judío, tras escuchar ruidos provenientes del apartamento de arriba.
“Es un tipo perturbado. Es incómodo. También es muy callado y solo. Ha tenido problemas en su vida”, expresó otro vecino sobre el hijo.
El hombre vivía con sus padres, a quienes los residentes del lugar describieron con cariño, según ABC NY 7.
“Sus padres eran personas muy agradables. Gente tranquila, consigo misma”, afirmaron.
Un residente de Borough Park, Shlomo Antin, describió al sospechoso como un “bicho raro”, pero dijo que su padre era una parte muy querida por parte de la comunidad.
El sospechoso, un hombre calvo con rasguños rojos en la cabeza, tenía gafas y barba, fue atado a una camilla y llevado hacia una ambulancia mientras los vecinos observaban la escena, informó New York Post.
“Todos sabíamos que el hijo es raro”, dijo Antin.
“A veces estaba deprimido, a veces drogado… era un poco raro”, continuó, y añadió que deseaba que hubieran enviado al hombre a “algún tipo de centro” para recibir tratamiento de salud mental.
Aún no se han presentado cargos penales. La investigación sigue en curso.
Por Marlyn Montilla