Un hombre de NJ y su cómplice detonaron un explosivo casero frente a la casa de su rival comercial en Nueva York. Fue la última escalada de una disputa empresarial que suma más de una década, según la policía.
Un hombre de Nueva Jersey y su cómplice detonaron un explosivo casero frente a la casa de su rival comercial en el condado Westchester de Nueva York, según la policía.
Damjan Stanivukovic y su presunto Vladamir Radunovic fueron detenidos el viernes como sospechosos, un día después de registrarse una pequeña explosión en McLain St. en Bedford (NY) la mañana del jueves.
El estallido causó pocos daños y no hubo heridos, según documentos presentados en el Tribunal Federal de Manhattan. Una investigación policial reveló que en realidad se trataba de una escalada de una disputa empresarial de una década de duración.
Stanivukovic es residente de Closter (NJ) y presidente de “Adria Industrial Piping”, una empresa de calefacción y aire acondicionado. Desde al menos 2013 esta compañía ha estado involucrada en varias demandas contra “Henick-Lane, Inc.”, otra empresa de calefacción y aire acondicionado con sede en Long Island City (Queens, NYC), según documentos judiciales, destacó Daily News.
La policía no identificó en los registros judiciales a la víctima prevista, sólo dijo que posee una empresa con sede en Long Island City. El perfil coincide con el director ejecutivo de “Henick-Lane”, Ernest Henick, quien según los archivos públicos es dueño de una casa en McLain St., Bedford.
Después de que la bomba casera explotó el jueves, los investigadores encontraron una caja con una etiqueta de envío que incluía el nombre y la dirección de Stanivukovic, según los documentos de la acusación.
Cuando los investigadores registraron su casa en Nueva Jersey encontraron fuegos artificiales similares al dispositivo explosivo y un libro en inglés titulado “Haga fuegos artificiales y explosivos en casa: el manual de instrucciones definitivo para principiantes y pirotécnicos para construir petardos, fuegos artificiales y explosivos desde cero”, dijeron los investigadores. .
Según la policía, además las cámaras de vigilancia captaron a Stanivukovic conduciendo de Closter a Bedford el jueves por la mañana. Cuando llegaron a la casa del objetivo, Radunovic colocó una caja en llamas en el camino de entrada de la residencia.
Más tarde ese día, mientras los policías entrevistaban a la presunta víctima, recibió un mensaje de texto que decía “Knock knock, aparece y qué crees que será lo siguiente. Ésta es tu última advertencia”. El mensaje de texto provino de un teléfono desechable, confirmó la policía, pero estaba ubicado cerca del negocio de Stanivukovic en el momento del envío.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
En un caso similar, en octubre Qing Ming Yu (55) y y Zhe Zhang (35) fueron declarados culpables de planificar y pagar $150,000 para que mataran a Xin “Chris” Gu (31) frente a un bar de karaoke en Queens (NYC) mientras esperaba un Uber, en una compleja trama de venganza empresarial.