El mandatario municipal reconoce que los neoyorquinos están molestos por una contingencia que está teniendo impacto en sus vidas: «Las acciones del gobierno federal han pasado factura a los neoyorquinos».
El alcalde Eric Adams luego de su breve visita a Washington D.C, reconoció que regresó con las “manos vacías”, luego de reunirse con líderes del Congreso y de la Casa Blanca, tratando de buscar una estrategia que ayude a la Gran Manzana a capear la crisis migratoria, que sigue drenando el presupuesto municipal: “Regresamos con un nivel muy bajo de optimismo y con poca expectativa de que algo vaya a cambiar drásticamente”, puntualizó el viernes 8 al cierre de un evento de llamado a la paz con varios líderes religiosos.
El mandatario municipal desde hace más de un año, viene insistiendo en una acción de descompresión nacional, además de acciones para procesar más rápidamente los permisos de trabajo a los solicitantes de asilo. Y, especialmente, más fondos federales para no seguir afectando el presupuesto municipal.
A la fecha, el grueso de las peticiones del mandatario, desde hace 18 meses, han caído en un “saco roto”. Una realidad que lo obligó a concretar recortes presupuestarios, en todas las agencias municipales, afectando servicios de los neoyorquinos como la seguridad, la educación y programas sociales.
“Estamos viendo lo mismo en otras ciudades del país como Chicago y Massachusetts. Nuestros residentes están molestos. Yo también me siento enojado. Nuestros residentes están viendo el impacto en sus vidas de una crisis migratoria, que le está quitando los recursos, que deberían destinarse a sus servicios”, destacó.
Se confirmó que el mandatario neoyorquino se reunió con el asesor principal del Presidente Joe Biden, Tom Pérez y con el administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Pero no pudo reunirse directamente con el mandatario nacional.
“Es una situación insostenible”
Hasta la semana pasada, más de 150.100 inmigrantes habían llegado a la ciudad de Nueva York solicitando albergue, bajo la norma municipal que obliga a dar cama a cualquiera que lo necesite.
Este flujo humano que se inició en la primavera de 2022, no ha tenido pausa y ha obligado a la Ciudad a crear albergues de emergencia, además de cubrir costos de alimentación y servicios médicos.
A la fecha más de 65,000 familias están bajo el cuidado absoluto de la municipalidad.
Adams ha reiterado que esta crisis le costará $12,000 millones de dólares en tres años a las arcas municipales.
“Estamos en una situación insostenible en este momento. Continuaremos haciendo nuestro trabajo, pero son tiempos extremadamente desafiantes. Cuando salí de Washington D.C., no lo hice con optimismo, sino con la fría realidad de que la ayuda no está en camino en el futuro inmediato”, sostuvo Adams.
Golpe a la popularidad
Pero este “golpe” al presupuesto de la Gran Manzana, también ha sido un “golpe” certero a la popularidad del alcalde, a quien recientes encuestas le cuestionan la forma cómo ha manejado esta contingencia, que ha implicado sacrificar servicios para los contribuyentes.
“Es doloroso para nosotros. Es doloroso para la Ciudad. Y creo que eso se ve reflejado en las encuestas. Las acciones del gobierno federal han pasado factura a los neoyorquinos”, remató quien está apunto de cumplir dos años al frente de la administración municipal.
El mandatario camina en este cierre de 2023 en un campo minado: Los estudios de opinión recientes de la Universidad de Quinnipiac, indican que el 85% de los consultados están preocupados por la afluencia de inmigrantes y dudan si la ciudad debe seguir manejando el creciente número de solicitates de asilo. El 80% de los votantes piensa que, como asegura el alcalde, el gobierno federal no está haciendo lo suficiente para respaldar a la Ciudad.
¿Fondos para todos?
En paralelo, líderes demócratas electos de Nueva York en la Asamblea Estatal y el Concejo Municipal no están alineados con las políticas de Adams, de intentar frenar el flujo de inmigrantes, lo cual se ha concretado en limitar el tiempo de permanencia en los refugios. Mucho menos respaldan las revisiones judiciales para lograr cambios en las leyes locales de derecho al refugio.
Las solicitudes de concejales, asambleístas y senadores de ala demócrata más progresista confluyen en una sola idea: Nueva York tiene fondos para todos, para no recortar el presupuesto y para seguir cumpliendo con el deber moral y legal para atender a los inmigrantes que siguen llegando.
Fuentes municipales consultadas por El Diario esgrimen que quienes están conectados con la tesis de “fondos suficientes para todos”, no tienen la mínima idea de la realidad financiera y presupuestaria de la Ciudad de Nueva York.
“Es como que tienes un presupuesto familiar estructurado, te vienen grandes gastos imprevistos y pienses que tu cuenta bancaria se mantendrá intacta. Quisiéramos que muchos de nuestros legisladores profundicen en el tema y nos ayuden a exigir más fondos a Washington. Estan creando una controversia que no ayuda ni a los contribuyentes, ni a los inmigrantes”, destacó la fuente.
El factor de las organizaciones comunitarias
El otro factor que debe enfrentar la Administración municipal, es la posición de organizaciones de apoyo a los inmigrantes con gran presencia en la Gran Manzana.
Desde las últimas semanas, una serie de coaliciones está argumentando con más fuerza y con movilizaciones de calle, que no hay razones para pretender eliminar del panorama municipal, el derecho al refugio para los inmigrantes que siguen llegando en masa.
En un informe reciente, en el cual intervino Make The Road NY, titulado ‘Los recién llegados a Nueva York: mitos y realidades’ se concluye que “la crisis que sentimos hoy no se debe a la llegada de nuevos inmigrantes. Es porque Nueva York se ha negado a construir y preservar viviendas asequibles durante décadas Ahora todo el mundo, está presionado por un lugar donde quedarse”.
Con una serie de datos y cruces comparativos los autores exponen que “cuando se oye hablar de 130,000 inmigrantes que llegaron a la ciudad de Nueva York, en los últimos 18 meses, ese es un ritmo de aproximadamente 85,000 por año. Para ponerlo en contexto: Hubo un aumento de 788.000 inmigrantes en la ciudad de Nueva York entre 1990 y 2000, un promedio de más de 78,000 por año durante 10 años”.
El dato:
$2 mil millones ha gastado hasta ahora la Ciudad de Nueva York en atender la crisis migratoria, mientras que el presupuesto enfrenta un déficit de $7 mil millones de cara al próximo año.
Por Fernando Martínez