para que Estados Unidos establezca bases en su territorio.
Rusia, un aliado clave para Maduro, exhortó por su parte a un «espíritu de buena vecindad» para resolver el conflicto de forma pacífica, en la misma línea de la cumbre del Mercosur reunida en Rio de Janeiro.
«Lo que no queremos es una guerra en América del Sur, no necesitamos un conflicto», dijo el presidente brasileño, Lula da Silva, que no obstante reforzó esta semana su presencia militar en sus fronteras con Guyana y Venezuela.
Propuso igualmente la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en la disputa.
En un primer acercamiento entre ambos gobiernos, los ministros de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, y Guyana, Hugh Todd, acordaron el miércoles mantener «canales de comunicación» abiertos.
«Globo de ensayo»
Analistas señalan que el referendo y el aumento de la retórica nacionalista es un intento de distraer la atención sobre el llamado a elecciones libres en Venezuela el año próximo.
«Fue como una especie de globo de ensayo de cara a las elecciones presidenciales» para medir la «capacidad de movilización y tratar de afinar su estrategia para 2024», dijo Mariano de Alba, asesor del International Crisis Group.
El chavismo de hecho ha señalado de traición a la patria a varios dirigentes opositores por manifestarse en contra del referendo. La fiscalía anunció el arresto de un estadounidense y un opositor por supuestamente «conspirar» con ExxonMobil en la disputa.
Otras 14 órdenes de captura fueron emitidas contra otros dirigentes, la mayoría fuera del país.
AFP