Una drástica reducción de 20% en el gasto destinado a atender a los inmigrantes fue anunciada por la alcaldía de Nueva York, alegando una crisis fiscal causada por la falta de recursos del gobierno de Joe Biden.
“La ciudad no puede sostener los gastos de atención a los solicitantes de asilo en los niveles actuales y, al mismo tiempo, mantener los servicios y la ciudad segura y limpia”, escribió el lunes Jacques Jiha, director de presupuesto de la alcaldía, en una carta a los jefes de agencias de la ciudad obtenida por Gothamist.
La ciudad no puede sostener los gastos de atención a los solicitantes de asilo en los niveles actuales»
Ese primer ajuste de 5% podría repetirse en enero y abril, hasta un total de 15% a menos que NYC reciba mucha más ayuda federal y estatal para la crisis migratoria. Según las últimas declaraciones de Adams, la policía de Nueva York (NYPD), los bomberos (FDNY) y el Departamento de Sanidad (DSNY) se salvarían del recorte en enero.
Las agencias deben presentar sus nuevos planes de recorte antes del 8 de diciembre. Una vez revisados y ajustados por los funcionarios se reflejarán en el presupuesto preliminar del alcalde que saldrá en enero.
En las últimas cifras presupuestarias la alcaldía de NYC tiene previsto gastar más de $6,000 millones de dólares en inmigrantes durante los próximos dos años. Pero la afluencia de solicitantes de asilo no se ha detenido.
Como parte de un plan para alentar a los migrantes a abandonar el refugio, la ciudad ha exigido a los adultos que abandonen el lugar asignado y vuelvan a solicitar una cama después de un mes. Las familias están sujetas a un límite de 60 días. Los críticos de esta medida advierten sobre los riesgos del aumento de la indigencia, que a su vez está vinculada con la violencia en las calles.
El anuncio de múltiples recortes se produjo por primera vez en septiembre, cuando Adams advirtió que la falta de asistencia federal para la crisis migratoria no le dejaba otra opción que reducir el gasto en todos los ámbitos.
Desde la primavera de 2022 más de 139,000 solicitantes de asilo han llegado a la ciudad de Nueva York mayormente enviados en buses desde Texas, en medio de una batalla política nacional entre demócratas y republicanos. De ellos alrededor de 66,000 permanecen en el sobrecargado sistema de refugios de la ciudad, según recuentos del gobierno local. La población del sistema de refugios ha pasado de menos de 50,000 en julio de 2022 a alrededor de 120,000 este mes.
En septiembre el alcalde demócrata Adams predijo que la llegada masiva de inmigrantes “destruirá” a la ciudad. Días después anunció el recorte escalonado de hasta 15% en el presupuesto de todas las agencias municipales para poder financiar las necesidades de los entonces 110,000 solicitantes de asilo, culpando de nuevo la falta de apoyo del presidente Biden y la gobernadora Kathy Hochul. Pero desde entonces ella se ha puesto de su lado, mientras el número de inmigrantes sigue subiendo.
La semana pasada la gobernadora Hochul admitió que legalmente no podía emitir “permisos regionales” de trabajo a inmigrantes, como ella y Adams habían sugerido para aliviar la crisis migratoria.
Ya hace un mes Hochul había cambiado también la retórica de respaldo incondicional a la inmigración masiva, al expresar formalmente su apoyo a Adams en su intento de hacer retroceder la ley del derecho a refugio en la ciudad de Nueva York.
El Concejo Municipal de Nueva York tendrá que aprobar los recortes y se ha unido a Adams para pedir que el gobierno federal pague por los inmigrantes que siguen entrando desde la frontera con México.