os departamentos de Salud y de Edificios enviarán mensajes a los sitios de construcción sobre el peligro del fentanilo. Se ampliarán las capacitaciones en esta industria sobre el uso y el abuso de sustancias.
Un dato ya precisado, desde hace varios años, es que los trabajadores de la construcción representan el grupo laboral en todo el país y en Nueva York en donde se concentra la mayor cantidad de muertes por sobredosis por abuso de sustancias. Ahora, con la epidemia de los opioides trepando cada vez más alto y la presencia del fentanilo expandiéndose, el gobierno municipal de la Ciudad de Nueva York está tratando de “demoler” lo más que se pueda esta tendencia mortal.
Esta semana se envió una alerta a la industria de la construcción y se anunció una nueva estrategia para edificar planes de prevención en este sector.
Ante este problema de salud pública ascendente, los departamentos de Salud y Edificios de la Ciudad compartieron detalles sobre los peligros potencialmente fatales, asociados con el abuso de sustancias, en el seno de una industria que sigue sumando nuevos puestos en la ‘ciudad de los rascacielos’.
Por ello, el personal de ambas agencias municipales visitará los sitios de construcción para discutir sobre los peligros del fentanilo, cómo usar naloxona para prevenir una sobredosis fatal y la seguridad en esos espacios laborales.
Se compartirá mucha más información directamente con los trabajadores sobre cómo pueden mantenerse seguros, tanto dentro, como fuera, del sitio de construcción, a propósito del Mes Nacional de Prevención del Abuso de Sustancias.
“Sabemos que una lesión en el sitio de construcción a veces es solo el primer capítulo de una tragedia, con esta asociación con el Departamento de Salud, estamos comprometidos a promover la seguridad en estos espacios”, explicó Jimmy Oddo, comisionado del Departamento de Edificios de la Ciudad de Nueva York (DOB).
Cambios en la capacitación
Actualmente el DOB, exige que la fuerza laboral de este sector, en los proyectos más grandes, tomen al menos 40 horas de cursos de capacitación en seguridad en el sitio (SST), incluyendo dos horas en donde se enseña sobre los daños asociados con la dependencia química y los problemas del abuso de sustancias.
Este curso obligatorio no sólo cubre los peligros de estar ebrio, mientras se está en un sitio de construcción, sino también datos sobre los trastornos en general por el uso de narcóticos.
Hasta la fecha, un total de 335,244 personas que trabajan en la industria de la construcción han tomado la clase de concientización sobre drogas y alcohol, como parte de su requisito obligatorio de capacitación en seguridad SST.
Ahora las agencias municipales llevarán a cabo más actividades de divulgación entre contratistas y profesionales de seguridad en obras, pidiéndoles que incluyan mucha más información sobre drogas y alcohol, durante sus “charlas sobre la caja de herramientas”.
Estas reuniones obligatorias previas al turno, se llevan a cabo en los sitios de trabajo de toda la ciudad todos los días, brindando a cada miembro del equipo de construcción un resumen del trabajo del día y posibles preocupaciones de seguridad relacionadas con ese trabajo.
El DOB solicitará que las próximas “charlas sobre la caja de herramientas”, incluyan información sobre la prevención de sobredosis, destacando cuántos miembros de la industria de la construcción se pierden por esta razón cada año.
Datos duros
Según los últimos registros a los cuales se tiene acceso, por parte del Departamento de Salud, en el año 2020 al menos 269 trabajadores de la construcción fallecieron por sobredosis, la mayor cantidad de cualquier ocupación incluida en ese análisis.
Asimismo, algunas estadísticas del gobierno federal comprueban que en todo el país, la ocupación más común de fatalidades ligadas por el uso de narcóticos, eran en la clasificación de “Construcción y Extracción”. Se trata de una categoría definida por la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. que incluye operadores de equipos, carpinteros, electricistas, perforadores de tierra, operadores de máquinas mineras e instaladores en general.
Esta agencia federal revisó los datos sobre sobredosis fatales y obtuvo la información disponible entre personas que tenían entre 18 y 64 años. Esto fue consistente en todos los grupos raciales y étnicos.
Otros análisis, no actualizados, de la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud, han puesto en perspectiva que la industria de la construcción tiene la segunda tasa más alta de uso indebido de analgésicos y opioides, después de los negocios de entretenimiento, recreación y alimentación.
“Los mensajes sobre prevención y apoyo deberían estar disponibles en nuestros hogares, comunidades y lugares de trabajo. Los datos siguen mostrando que esta fuerza laboral tiene un mayor riesgo fatal de morir por sobredosis”, dijo el Dr. Ashwin Vasan, comisionado del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York (DOHMH).
Una lesión, una receta, una adicción…
Como se ha descrito durante años, una de las rutas a este tipo de adicciones, se origina las recurrentes lesiones físicas en esta dura faena laboral. Muchos trabajadores comienzan solicitando una receta médica de un medicamento con opioides, para ayudarlos a volver al trabajo. Y en algunos casos, todo termina en el consumo de narcóticos ilegales, como la heroína.
El riesgo es mayor para aquellos trabajadores no sindicalizados, como los jornaleros, que no tienen acceso a seguros médicos, y en muchos casos, a ningún tipo de charlas de seguridad.
En medio de este panorama, algunos activistas de organizaciones laborales confirman a El Diario que se ha observado que en el ascendente mercado negro, muchas pastillas ilegales de fentanilo, son justamente ofrecidas como poderosos calmantes, pero también como poderosos estimulantes para rendir más.
“Conocí de un inmigrante muy joven recién llegado que terminó con una terrible lesión en el hombro por su trabajo de demolición. En el mismo ambiente laboral en que se encontraba, le recomendaron algunas de esas pastillas ilegales. Lamentablemente terminó muerto”, refirió la fuente.
Los números de este “veneno mortal” en las calles, lo convalidan algunos decomisos: La Administración de Control de Drogas, la División de Nueva York y la Oficina del Fiscal Especial de Narcóticos incautaron cantidades récord de píldoras recetadas falsas mezcladas con fentanilo y polvo de fentanilo durante 2022.
La División de Nueva York de la DEA, que cubre el estado de Nueva York, ha incautado 1.9 millones de píldoras recetadas falsas mezcladas con fentanilo (un aumento del 152% desde 2021) y 1,958 libras de fentanilo, que es el equivalente a 72 millones de dosis letales.
Hay recursos para todos
Más allá de los esfuerzos específicos para este sector laboral, el DOHMH ofrece programas gratuitos para que los neoyorquinos aprendan a reconocer los signos de una sobredosis y responder con naloxona. Junto con organizaciones aliadas se han puesto a disposición del público kits de este fármaco y tiras reactivas de fentanilo, sin costo alguno, a través de Programas de Prevención de Sobredosis de Opioides.
La naloxona es un medicamento con el poder de salvar vidas que puede revertir una sobredosis de opioides, incluidos heroína, fentanilo y medicamentos opioides recetados.
Como ha descrito oficialmente el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) “la naloxona revierte rápidamente una sobredosis, al bloquear los efectos de los opioides. Puede restablecer en 2 a 3 minutos la respiración normal de una persona, cuya respiración disminuyó, o hasta se detuvo, como resultado de una sobredosis de opioides”.
Además, todos los programas de servicio de jeringas con licencia estatal y respaldados por la Ciudad ofrecen recursos para la reducción de daños, incluidos servicios integrales y ayuda para conectarse con el tratamiento y otros recursos.
Crisis en ascenso
A principios de este año, el Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York publicó datos que mostraban un aumento sin precedentes en las sobredosis fatales.
El fentanilo, un opioide entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, se encontró en más del 80% de las muertes por sobredosis de drogas en la ciudad de Nueva York.
La presencia de fentanilo en el suministro de drogas no reguladas ha aumentado sustancialmente el riesgo de sobredosis. Este narcótico se encuentra predominantemente junto con la heroína, pero también se ha encontrado en otras sustancias, incluidas píldoras fabricadas ilícitamente, como las que se presionan para que parezcan analgésicos o benzodiazepinas.
“Nos enfrentamos a una crisis de opioides mortal y devastadora, y es por eso que el mes pasado, nuestra administración convocó a líderes electos, funcionarios de salud pública y autoridades policiales de todo el país, para desarrollar estrategias para reducir y prevenir el uso de drogas. Al educar a los trabajadores de la construcción, estamos abordando parte de este grave problema”, concluyó el alcalde Eric Adams.
Hay recursos gratuitos:
- Más detalles e información sobre cómo encontrar un kit de naloxona gratuito están disponibles en nyc.gov/naloxone.
- Cualquier persona puede llamar al 988 para obtener asesoramiento confidencial y gratuito en caso de crisis, apoyo, información y referencias para la salud mental y el uso de sustancias.