La ciudad de Nueva York ha redoblado sus esfuerzos para transportar a los migrantes fuera de la ciudad, ya que su sistema de refugios está al límite de su capacidad, y ha creado una oficina dedicada a proporcionar a los solicitantes de asilo pasajes sólo de ida gratuitos a cualquier parte del mundo.
El ayuntamiento confirmó la creación de un nuevo centro de reubicación en Manhattan como último intento de aliviar la presión sobre sus albergues y sus finanzas tras la llegada de más de 130.000 solicitantes de asilo desde el año pasado.
El alcalde Eric Adams, de extracción demócrata, ha descrito la situación como una crisis y ha empezado a advertir que los albergues están tan llenos que los migrantes pronto se verán obligados a quedarse en la calle a medida que se acerque el invierno.
“No me canso de decirlo. Nos hemos quedado sin lugar”, dijo a los periodistas esta semana. «Y no se trata de ‘si’ la gente dormirá en la calle, se trata de cuándo. Ya estamos al límite de nuestra capacidad”.
El plan de la ciudad para ofrecer transporte a los migrantes se basa en esfuerzos anteriores para enviar a los solicitantes de asilo a otros lugares, aunque la creación del centro de reubicación marca un renovado énfasis en la estrategia.
La ciudad ha subrayado que el desplazamiento sería voluntario.
La alcaldía ha limitado recientemente la estancia de los migrantes adultos a 30 días en los albergues de la ciudad y a 60 días para las familias migrantes con niños. Los migrantes, que en su mayoría llegan sin un permiso legal para trabajar, pueden volver a solicitar alojamiento si no encuentran un nuevo lugar donde vivir.
Una portavoz de Adams dijo que unas 20.000 personas han recibido avisos de 30 o 60 días. Menos del 20% de las personas que han superado los límites siguen en los albergues de la ciudad, añadió. Funcionarios del ayuntamiento han dicho que esas estadísticas son la prueba de que sus políticas están promoviendo que los migrantes encuentren viviendas alternativas.
Adams también pretende suspender un acuerdo legal que obliga a la ciudad de Nueva York a proporcionar alojamiento de emergencia a las personas sin hogar. Ninguna otra ciudad grande de Estados Unidos tiene tal requisito, y la oficina del alcalde ha argumentado en los tribunales que el mandato nunca fue pensado para aplicarse a una afluencia de migrantes. Un juez ordenó este mes a la ciudad que iniciara conversaciones de mediación con grupos de defensa de los sin techo para encontrar una solución.
La alcaldía dijo que ha habilitado más de 200 refugios de emergencia para albergar a migrantes, incluyendo el alquiler de espacio en hoteles y la construcción de instalaciones a gran escala. Más de 65.000 inmigrantes se encuentran en los refugios de la ciudad.
Adams dijo que espera que la llegada de migrantes cueste unos 12.000 millones de dólares en los próximos tres años.
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