Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Un supuesto sicario rodando en bicicleta que es activamente buscado por detectives de homicidios habría ejecutado de un balazo en la cabeza al dominicano Marcelino Valerio de 80 años de edad a quien esperaba y asesinó, relató la esposa de la víctima Luz Collado.
La viuda, rota por el llanto explicó que detectives del Departamento de Policía de Nueva york (NYPD) que investigan el homicidio tienen la teoría de que el matón asesinó a su esposo por encargo.
Relató que es muy difícil para ella porque no lo esperaba.
Su esposo fue asesinado a la 1:10 de la madrugada cuando la pareja regresaba de una celebración de 16 años en el suburbio de New Rochelle (Nueva York).
El sicario esperó a que llegaran en el vehículo conducido por Valerio, dio la vuelta en la bicicleta, regresó al punto y le disparó en la cabeza al dominicano que fue declarado muerto en la escena.
Collado narró que en ese momento ella estaba abriendo la puerta de la casa mientras su hija la dejó en el frente cuando de momento sonó el disparo.
“Pero cuando yo fui a verlo que pasaba ya él estaba en el piso”, dijo la viuda.
La pareja no llegó a abrir la puerta y el cuerpo de Valerio quedó tirado en el piso a la entrada de la vivienda.
Ella dijo que la confusión no le permitió distinguir al sicario que estaba forrado de negro, enmascarado y con una capucha y luego huyó a toda velocidad de la escena.
“Esto es muy grande, no sé lo que pasó, no sé nada, nada, solo sé que miré para allá”, agregó Collado.
Dijo que iba caminando por el área oscura y no sabía que era “esa persona” que había disparado creyendo que era una bala perdida.
Aunque los detectives de homicidios le dijeron a Collado que todavía desconocen el origen del asesinato, le informaron que “eso fue mandado”, o sea, por encargo.
Señaló en una entrevista con el reportero dominicano de Noticias Univisión 41, Gary Merson que su esposo era un hombre muy amable, trabajador y sin problemas con nadie.
“No puedo creerlo todavía, pero tengo que tener fuerzas, estoy confundida”, señaló la viuda de Valerio.
Al cierre de esta crónica no se había hecho arrestos ni identificado al presunto sicario.
El homicidio ocurrió frente al edificio 1209 de la avenida Ogden en el vecindario Highbridge en El Bronx.
La hija de la víctima, Geraldine Valerio dijo en entrevista con el tabloide NY Post que la familia está en agonía por el impactante asesinato de su padre.
«Mi padre era un hombre sano y fuerte de 80 años adorado por toda la familia y amigos», dijo ella en un comunicado.
«Estaba retirado, pero siempre fue un hombre de familia muy trabajador. Si no estaba trabajando, era el personal de mantenimiento de la familia incluso como jubilado y siempre disfrutaba ayudando», agregó, señalando que su padre nunca salía tarde en la noche, especialmente solo.
El horrible video de vigilancia capturó al asesino de Valerio, vestido de negro de pies a cabeza con una máscara de esquí que cubría su rostro, cabalgando junto a él en la acera y disparándole dos veces, incluso a quemarropa en la cabeza.
El hombre asesinado y su esposa, Luz Collado, de 66 años, acababan de ser dejados frente al edificio cuando el pistolero que parecía haber estado esperando su llegada, le disparó, según muestran las imágenes.
«Todos los que lo conocen dirán que no fue problemático y era tranquilo, generoso y justo», dijo Geraldine en el comunicado. «Tenemos fe en que se hará justicia para mi padre y que Dios está con nosotros, agregó la hija.
Geraldine dijo a los reporteros el lunes que no tenía idea de quién querría que su padre muriera.
«No sé por qué a él el pistolero le haría esto», añadió. «Solo espero que pueda presentarse y mostrarse”.
Señaló que “esto no era para mi padre, él no se merecía eso en absoluto». «No tengo idea, no habría nadie en el mundo que quisiera hacerle esto a mi padre».
Valerio, quien es originario de la República Dominicana, vivió con su familia en El Bronx durante más de una década, pero nunca tuvo ninguna preocupación sobre su vecindario, dijo Geraldine, y agregó que su padre la protegía a ella, a su hija y a su esposa como el único hombre en la casa.
«Siempre estaba muy feliz y cariñoso. Le encantaba hablar y conocer gente. Y eso es lo que él era», dijo.
«No tenía miedo, no. Conocíamos a todos, desde la farmacia hasta el supermercado, un par de vecinos aquí y allá. Nunca tuvimos ninguna preocupación por estar aquí», dijo Geraldine.
Su familia dijo que Valerio se divirtió en la fiesta del domingo por la noche, comiendo postres y otras comidas y tomando fotos con familiares a pesar de que normalmente era un hogareño que no acudía a esas celebraciones.
«Realmente no le gustaba salir de casa. Era hogareño. Mi madre iba a eventos familiares y él se quedaba. Me sorprendió que fuera a este», dijo su hijastro Alex Rodríguez, de 43 años al periódico.
Rodríguez, cuya madre se casó con Valerio cuando él tenía 8 meses de edad, dijo que su padrastro nunca tuvo un problema con nadie.