La semana concluye con ligeros avances en las Bolsas, después de cerrar un mes de agosto en el que los inversores han logrado sortear la amenaza de corrección y que concluye con una apuesta cada vez mayor por la pausa en las alzas de tipos de la Fed y del BCE. La sesión del viernes, primera del mes de septiembre, dejó un tono mixto, sin gran convicción en los ascensos y con una ligera caída del 0,59% para el Ibex. El selectivo español continúa sin poder afianzar los 9.500 puntos, aunque en la semana se apunta una subida del 1,19%.
Los datos de empleo de Estados Unidos fueron la referencia más señalada de la jornada en un mercado que analiza con lupa cada indicador económico, consciente de que la decisión que tome la Fed en su reunión del próximo 20 de septiembre estará justificada en las señales más frescas que facilite la economía. Y en la estadounidense, el mercado laboral continúa fuerte a pesar de que la tasa de paro subiera en agosto tres décimas, hasta el 3,8%, alejándose del mínimo en medio siglo. Fue el indicador al que confiaron los inversores su apuesta por que la Fed no tocará los tipos este mes.
Los futuros tan solo dan una probabilidad a una nueva subida el día 20 del 6,8%, aunque sí elevan la apuesta por un incremento de tipos en la cita de noviembre, a lo que conceden un 31% de probabilidades. Después de todo, la economía de EE UU sigue mostrando su fortaleza pese a llevar meses encajando el aumento en el precio del dinero, ahora en el 5,5%, su máximo en 22 años. La tasa de paro creció en agosto pero Estados Unidos generó 187.000 empleos en el mes, por encima de los 170.000 que esperaba el consenso de Reuters. La mayor economía del mundo encadena así 32 meses consecutivos de creación de empleo.
La publicación de los datos de empleo de EE UU permitió una apertura al alza en Wall Street, y el descenso en las rentabilidades de los bonos, mientras en Europa flaqueaban los avances. El viernes también se conoció el PMI manufacturero de la zona euro, que se ha situado en 43,5, ligeramente por debajo de lo esperado, mientras que la actividad manufacturera de España cayó a mínimos del año tras reducirse hasta los 46,5 puntos desde los 47,8 puntos del mes anterior. La apuesta de los inversores por que el BCE tampoco tocará los tipos en septiembre también gana peso, aunque no tanto gracias a que la inflación esté fuera de peligro –los precios han crecido en la zona euro en agosto el 5,3%, más de lo esperado– sino por el deterioro económico. El riesgo de estanflación ya empieza a sonar en los pasillos del BCE. Morgan Stanley era el viernes una de las voces que señalaban que no habrá alzas de tipos este mes en la zona euro y que las subidas han llegado ya a su punto y final.
El banco estadounidense también estuvo detrás del movimiento más destacado del Ibex en la sesión del viernes, el alza del 3,45% de Repsol, la mayor del selectivo. Morgan Stanley ha situado a Repsol entre sus valores favoritos, junto a la británica BP y la francesa TotalEnergies, en el sector energético y apunta a mejoras en el pago de dividendos. En todo caso, el gran impulso a la cotización del sector vino del alza del petróleo. El barril de crudo brent llegó a marcar el viernes los 88 dólares, su nivel más alto desde agosto de 2022, ante la expectativa de más recortes de oferta por parte de la OPEP. En la semana se aprecia más del 4%.
Junto al alza de Repsol, destacó la subida del 2,26% de ArcelorMittal, mientras que los bancos continuaron con el descenso que emprendieron el jueves, afectados por la posible pausa en las alzas de tipos. BBVA fue la excepción este viernes y quedó plano, frente a las caída del 2,29% de Santander y del 1,29% de CaixaBank. La banca se lleva también las mayores caídas de la semana en el selectivo español, superiores al 2% para CaixaBank y Sabadell.
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