«El ‘reloj’ de cada persona está programado de manera un poco diferente«, afirmó Leisha Cuddihy, profesora asistente de psiquiatría en el Centro Integral del Sueño de la Universidad de Rochester y agregó: “Es posible que nunca te despiertes totalmente listo para comenzar y con ganas de hacer cosas”. En ese aspecto, la reportera especializada en salud Catherine Pearson de The New York Times indagó mediante diversas entrevistas a expertos en medicina del sueño y cambio de hábitos que compartieran estrategias que puedan ayudar a que las mañanas sean más productivas.
“Cuando las personas intentan cambiar sus horarios de sueño, muchas se concentran en acostarse más temprano, pero esa no es la estrategia más efectiva”, explicó el Dr. Rafael Pelayo, profesor clínico de psiquiatría y ciencias del comportamiento en medicina del sueño en Stanford Medicine y autor del libro “How sleep”. En cambio, el truco consiste en establecer una hora constante para despertarse y respetarla todos los días.
«Es biológicamente más fácil obligarse a despertarse que obligarse a quedarse dormido», detalló el Dr. Pelayo y añadió: «Puedes decirme a qué hora te acostaste anoche, pero no puedes decirme a qué hora te quedaste dormido». En ese sentido, el cuerpo suele tardar alrededor de una semana en adaptarse.
Incluso el madrugador, por naturaleza, es posible que no pueda despertarse listo para comenzar el día o de buen humor. El término clínico para el aturdimiento y el mal humor que muchas personas experimentan después de despertar es «inercia del sueño». Suele durar entre 30 y 60 minutos, dependiendo del individuo y las circunstancias.
“Simplemente, reconocer esa realidad puede ayudar a traer un sentimiento de paz y aceptación a la mañana. Encuentre formas de proteger ese momento de tranquilidad: tal vez siéntese en la cama y respire profundamente unas cuantas veces. Combínelo con una estrategia conocida por aumentar la vigilia, como tomar un poco de luz solar o mover el cuerpo”, sugirió el Dr. Cuddihy.
“Si su objetivo es despertarse más temprano, o mitigar el mal humor matutino, es esencial generar recompensas inmediatas. Considere lo que se sentiría bien en los momentos posteriores a su despertar. Tal vez sea un delicioso desayuno, dijo, o poner música que te guste”. Recomendó la especialista Wendy Wood, profesora de psicología y negocios en la Universidad del Sur de California y autora de “Good Habits, Bad Habits: The Science of Making Positive Changes That Stick”. «
Finalmente, convierta las rutinas en rituales significativos. “Cuando cambias algo de una rutina a un ritual, lo hace más especial», comentó Cassie Mogilner Holmes, profesora de marketing en la Anderson School of Management de la Universidad de California, Los Ángeles, y autora de «Happier Hour: Cómo vencer las distracciones, ampliar su tiempo y concentrarse en lo más importante”.“Concéntrate en algo que ya haces todos los días, como tomar tu taza de café por la mañana. En lugar de seguir el proceso sin pensarlo mucho, etiquételo como su ritual del café”, señaló la especialista californiana y recalcó: «De repente, te pone en un estado de ánimo diferente».