A poco menos de dos meses para el final de la temporada regular de las Grandes Ligas, el venezolano Miguel Cabrera sigue agigantando su leyenda y este martes superó al mítico Tony Gwynn en la lista de más imparables de todos los tiempos, llegando al puesto 19.
El venezolano Miguel Cabrera sigue agigantando su leyenda en el béisbol de las Grandes Ligas luego de que este martes superara al mítico Tony Gwynn en la lista de bateadores con más imparables de todos los tiempos, esto en la victoria de su equipo los Detroit Tigers 6-0 sobre los Minnesotas Twins.
Cabrera conectó un sencillo en el cuarto inning que le sirvió para impulsar una carrera y al mismo tiempo llegar a empatar a Gwynn en el puesto 20 de la historia, pero el venezolano no quedó conforme con eso y quiso seguir escalando puestos, algo que consiguió en el octavo episodio cuando pegó otro imparable para llegar a los 3,142, dejando atrás al miembro del Salón de la Fama y empatando a Robin Yount en el puesto 19.
El bateador designado de Detroit está viviendo su última temporada en Las Mayores, una en la que él mismo ha dicho no estar enfocado en récords sino en disfrutarla al máximo y una muestra de ellos es el hecho de que no juega todos los días, además del bajo average de .255 y OPS de .661, números que está muy lejos de los que ha exhibido a lo largo de su carrera.
Y es que estando por encima de los 3,000 hits, 500 jonrones, 1,800 carreras impulsadas, 1,500 anotadas y con un promedio al bate vitalicio superior a los .300, es un claro indicativo de que tiene el camino hecho para llegar al Salón de la Fama del Béisbol, por lo que cada logró o récord que rompe, es solo un valor agregado a la que parece ser una inminente inmortalidad.
A esto le podemos sumar la Triple Corona, 7 Bates de Plata, 4 Campeonatos de Bateo, 12 invitaciones al Juego de Estrellas, 2 veces MVP de la Liga Americana y la Serie Mundial conquistada en 2003 con los entonces Florida Marlins.
Eduardo Rodríguez brilló en la lomita
En este encuentro, el también venezolano Eduardo Rodríguez, brilló desde el montículo lanzando siete innings en blanco permitiendo sólo cuatro imparables, otorgando tres boletos y ponchando a cinco rivales para llevarse la victoria y dejar su marca en 8-5 esta campaña.
Por Erwin Quiñonez