Más de 40 países, incluido China, participan en el encuentro, que busca lograr avances para poner fin a la guerra en Ucrania.
Representantes de más de 40 países -entre ellos China y Estados Unidos- participaron este sábado en una cumbre para lograr avances hacia el fin de la guerra en Ucrania. El encuentro, auspiciado por Arabia Saudí en Yeda, ha estado marcado por la ausencia de Rusia, pero también por la participación de países que no han condenado la invasión por parte de Moscú, como Brasil o India. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, espera poder conseguir un acercamiento a Gobiernos que hasta ahora se han mantenido neutrales en el conflicto y lograr acuerdos con los países castigados por el aumento del precio del grano tras el inicio de la guerra. «(La cumbre) es muy importante porque, en cuestiones como la seguridad alimentaria, el destino de millones de personas en África, Asia y otras partes del mundo depende de cómo de rápido se mueva el mundo (países participantes) para implementar mecanismos para lograr la paz», declaró Zelenski horas antes del encuentro. Decenas de países han expresado preocupación por su seguridad alimentaria, después de que Rusia cancelara el acuerdo del grano negociado con Kiev y la ONU; que permitía un corredor de seguridad para el envío del cereal ucraniano a través del Mar Negro.
La cumbre actual es una continuación de las conversaciones organizadas por Ucrania en Copenhague en junio, que fueron diseñadas para ser un encuentro informal para lograr avances hacia la creación de una decena de principios para poner fin a la guerra. La fórmula ucraniana incluye el respeto a la integridad territorial del país y la total retirada de las tropas rusas de Ucrania, incluido los territorios que Moscú se ha anexado. Rusia por su parte, ha rechazado anteriormente algunos principios que Kiev quiere incluir en la hoja de ruta hacia el fin del conflicto. El Kremlin, que no participa en la cumbre de este fin de semana, declaró que «seguirá de cerca» la reunión. «Necesitamos entender qué objetivos se establecen y qué se discutirá», declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
La cumbre en Yeda destaca por el intento de involucrar a una gran variedad de países, especialmente aquellos gobiernos que han mostrado posturas más neutrales desde el inicio del conflicto. Uno ellos es China, que ha mantenido una postura neutral y acuerdos económicos con Moscú y Kiev desde el inicio de la guerra y ha rechazado los llamamientos y críticas de países occidentales para que condene la invasión rusa. Pekín participa en la cumbre, con su enviado especial para asuntos euroasiáticos, Li Hui. «China está dispuesta a trabajar con la comunidad internacional para seguir desempeñando un papel constructivo en la promoción de una solución política a la crisis de Ucrania», señaló antes de la cumbre el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin. Por otro lado, Estados Unidos ha enviado a su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan.
Por su parte, Arabia Saudí ha respaldado las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que denuncia la invasión rusa en Ucrania, así como la anexión unilateral de territorios en el este del país. Sin embargo, Riad ha sido criticado por Washington por jugar con la producción del petróleo para provocar un aumento de precios, en un momento de gran preocupación por los precios de la gasolina tras la imposición de sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania. El recorte de producción de petróleo saudí, que buscaba un aumento del precio del barril, fue interpretado como un apoyo a Moscú, aunque Riad ha invitado un equilibro en sus relaciones con ambos países, incluyendo la invitación a Zelenski en mayo a una cumbre de países árabes.
La cumbre de este fin de semana es el primer gran encuentro diplomático que organiza Arabia Saudí tras el escándalo por la muerte del periodista disidente Jamal Khashoggi, cuyo asesinato fue supuestamente ordenado por el príncipe heredero Mohamed bin Salman, según apuntan las investigaciones internacionales. En el último año Riad ha realizado un giro diplomático para ser un actor más competente a nivel global, con encuentros con los Gobiernos estadounidense y chino. También llevó a cabo un acercamiento con Catar y un acuerdo de alto el fuego en Yemen.
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